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jueves, 30 de junio de 2011

En España crecen el racismo y la xenofobia

La organización SOS Racismo denunció el aumento del racismo y la xenofobia en España a lo largo de 2010 y el hecho de que haya sido "avivado e incentivado" por las fuerzas políticas, que asumen cada vez más postulados de extrema derecha.

Esta es una de las principales conclusiones del Informe Anual 2010 de la organización, que recopila los avances y retrocesos en esta materia tanto en Europa como en España, y advirtió sobre la "peligrosa deriva" del discurso político y cómo afecta a las percepciones de la sociedad.

Así, el informe revela que la sociedad española percibe a los inmigrantes "en clave utilitaria" hasta el punto de que una tercera parte de los españoles expulsarían a los extranjeros que llevan mucho tiempo en paro y que las iniciativas de recortar sus derechos han sido asumidas con normalidad por la sociedad.

"Cada vez es mayor y más aceptada la mentalidad de que 'si no hay para todos, primero los de aquí' especialmente en materias como la sanidad, la educación o los servicios básicos", explicó en conferencia de prensa el coordinador del informe, Mikel Mazkiaran.

El documento detalla cómo el acceso de los inmigrantes a los derechos más básicos ha sido recortado, primero en una localidad de la región de Cataluña -Vic- al negarles el empadronamiento, y luego en diversas localidades que han politizado la inmigración y aprobado medidas racistas y discriminatorias.

"Pero lo más grave es que la clase política ha roto descaradamente los límites éticos con su discurso y que incluso los partidos tradicionales utilizan a los inmigrantes como piezas del juego político", planteó Alba Cuevas, de SOS Racismo Cataluña y una de las responsables del informe.

Parte de la culpa de que "excluir a una parte de la sociedad ya no esté mal visto" es de los medios de comunicación que, al dar publicidad a estos discursos, los hacen más presentes, argumentó.

El informe también analiza el racismo y la xenofobia a nivel europeo, y considera como el evento de mayor gravedad en 2010 la decisión de Francia de llevar a cabo expulsiones masivas de rumanos y búlgaros de etnia gitana el pasado verano, y la reacción de aquiescencia de la UE.


Agencia EFE Elespectador.com

¿Cómo fue el proceso de paz que precedió la Constituyente de 1991?

La movilización ciudadana hizo posible la Constituyente de 1991

En nuestra historia habían existido juntas de notables, convenciones, consejos de delegatarios, asambleas constituyentes y otras figuras de delegación para revocar, definir o reformar las constituciones, pero con excepción de los movimientos independentistas de orden local y regional que expresaron el origen de Colombia y nuestras repúblicas hermanas, ninguna había sido fruto de la iniciativa y movilización popular. De manera general las constituciones respondían a pactos políticos desde el poder gubernamental establecido o del triunfante en la guerra. Con excepción del plebiscito de 1957 —en rigor un referendo— no hubo tradición reciente en formas de democracia directa. Han existido también varias experiencias de Asamblea Nacional Constituyente, pero ninguna había sido de convocatoria popular ni real soberanía frente al gobierno vigente. Además, habían fracasado los intentos de reforma constitucional por el Congreso en 1977, 1978 y 1989. De ahí la importancia que cobraron las expresiones plebiscitarias de origen popular que exigieron entre 1990 y 1991 la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

De tal manera la Constituyente de 1991 adoptó una forma de poder independiente frente a los poderes establecidos, rescató la doctrina del poder popular constituyente y expidió una nueva Constitución Política que restableció también en su contenido el principio de la soberanía popular. Ello corroboró que en momentos de profunda crisis institucional, guerras civiles e ingobernabilidad, el poder constituyente puede ser la vía para reformar el Estado y el régimen político, en perspectiva de inclusión, participación y apertura democrática. Distintos tratadistas valoran que nuestra experiencia inauguró una nueva época en el constitucionalismo latinoamericano.

El proceso de paz fue determinante para lograr la ANC


En lo referido al proceso de paz el antecedente de la Constituyente de 1991 fue la propuesta que hizo el EPL en 1984 para que se convocara por vía plebiscitaria una ANC, como base para conseguir la paz con las guerrillas. Al momento el presidente Belisario Betancur había adoptado una política de paz, decretó una amnistía, dialogó y suscribió treguas bilaterales con las FARC, el EPL y el M19. El comandante del EPL Ernesto Rojas declaró que de conseguirse la Constituyente se podría superar la lucha armada y su movimiento retornaría a la actuación política legal. El vocero nacional de dicho movimiento insurgente Oscar William Calvo lideró en medio de la tregua una campaña política nacional en demanda de la ANC, iniciando un debate sobre la necesidad de una nueva constitución democrática que restituyera el ejercicio de la soberanía popular y consagrara con eficacia derechos y garantías fundamentales.


“El contenido principal de dicha reforma a la Carta Política del país, debe ser el de restituir y viabilizar el papel del pueblo, como constituyente primario, su poder fiscalizador y revocatorio del mandato mediante un verdadero ejercicio del sufragio univer¬sal, así, como el de lograr garantías para la práctica de los derechos políticos, de organización, de asociación, huelga, expresión y movilización. El sufragio, como medio para expresar la voluntad popular, signi¬fica el derecho a ser elegido y elegir con mandato, a ejercer el papel de constituyente primario, a través de plebiscitos, parti¬cipar directamente en la toma de decisiones políticas de trascen¬dencia política para el país por medio de referéndum…” Así lo expresó Calvo en su memorable conferencia “Tregua, Diálogo y Asamblea Nacional Constituyente”.


Sin embargo, el clima político era tenso, hubo incoherencias y abiertas resistencias al proceso de paz que conllevaron a la ruptura de las treguas con el M19 y luego con el EPL en 1985 y también con las FARC en 1987. Posteriormente, tras la intensificación de las hostilidades con todas las guerrillas y ante la presión de amplios sectores que reclamaban la solución dialogada, el presidente Virgilio Barco reconsideró en 1989 su negativa a nuevos diálogos de paz y lanzó una “Iniciativa para la Paz”, la cual propuso un proceso que iniciara con treguas unilaterales de las guerrillas, desarrollara negociaciones y consiguiera el retorno a la vida civil de sus integrantes, brindándoles garantías jurídicas, políticas y de reinserción. La Coordinadora Nacional Guerrillera Simón Bolívar (CNGSB), integrada por un amplio grupo de guerrillas, rechazó los términos de la iniciativa pero planteó disposición de negociación y propuso un acuerdo nacional que entre temas contemplara una nueva constitución política.

A finales de los años 80 se vivía un contexto de intensas hostilidades entre la fuerza pública y las guerrillas, irrupción inusitada de violencia indiscriminada desde el narcotráfico, expansión de la guerra sucia de los paramilitares —que actuaron con apoyo o permisividad de la fuerza pública—, intensos conflictos políticos y sociales y una grave crisis institucional y de gobierno. Entonces ante tan difícil panorama sobrevinieron dinámicas de búsqueda de soluciones políticas. Allí se originó el punto de inflexión histórica que condujo a la ANC, cuya posibilidad y realización se relacionó directamente con varios procesos de paz con la insurgencia e implicó el cambio político e institucional más importante en nuestra historia reciente con la Constitución Política de 1991.

Luego de marginarse de la CNGSB el M19 suscribió un Pacto Político de paz en 1989 con el Gobierno Barco y varios partidos políticos, el cual incluyó el compromiso de promover una reforma constitucional en el Congreso que incluyera la convocatoria de un referendo de paz; pero esta iniciativa fracasó en el Congreso. A pesar de tal circunstancia ésta guerrilla optó por pasar a la actividad política legal, de forma que hizo parte de la confluencia progresiva de sectores políticos y sociales que reclamaron convocar la Asamblea Nacional Constituyente. El M19 lideró la convergencia política AD M19 que reforzó el movimiento emprendido por los estudiantes y por otros sectores a favor de tal convocatoria. Por su parte el Ejército Popular de Liberación, junto con el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Movimiento Armado Quintín Lame, ante la expectativa en 1990 de conseguir la convocatoria de la Constituyente, iniciaron negociaciones de paz con el Gobierno nacional y le solicitaron a la Corte Suprema de Justicia adoptar un fallo que permitiera una Constituyente sin restricción a su soberanía y su temario —como lo pretendía el gobierno Gaviria— y con facultad de reformar integralmente la Constitución Política, argumentando que tal posibilidad permitiría consolidar los pactos de paz en curso con los diferentes movimientos alzados en armas. Así fue como en 1991, al convocarse la Asamblea Nacional Constituyente hubo nuevos pactos de paz definitivos con el EPL, el PRT y el MAQL.

En resumen, el proceso constituyente fue posible por la confluencia de varias dinámicas: La movilización ciudadana promovida por los estudiantes con la llamada Séptima Papeleta que consiguió votaciones por la Constituyente —plebiscitarias de hecho— el proceso de paz con varias guerrillas que también demandaron la Constituyente; las medidas de sometimiento del narcotráfico a la justicia que refrenaron sus atentados terroristas; los fallos progresistas de la Corte Suprema de Justicia que hicieron posible convocar una auténtica Asamblea Nacional Constituyente y los decretos gubernamentales que aunque inicialmente pretendieron limitar el contenido y alcance de dicho organismo luego lo facilitaron. De allí que en forma inesperada e inédita en nuestra historia, la ANC de 1991 consiguió el respaldo de todos los sectores y asumió un ejercicio de consenso y construcción política para adoptar una Constitución de contenido democrático y progresista.

La elección de los constituyentes, el 9 de diciembre de 1990, fue de real competencia política e influida por un ambiente favorable al proceso de paz y a la reforma democrática. Las mayores votaciones por listas las obtuvieron en su orden la AD M19, el Movimiento de Salvación Nacional y el Partido Liberal, quien a la vez consiguió un mayor número de constituyentes con su estrategia de aprovechamiento de residuos con varias listas nacionales y regionales. En términos de legitimidad puede afirmarse que aún no teniendo la mayoría de la votación, por razones históricas y coyunturales explicables, todos los partidos políticos, las agrupaciones políticas que surgieron, las iglesias, organizaciones sociales, estudiantes e indígenas que accedieron y la propia insurgencia, apoyaron la Asamblea Nacional Constituyente.

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*Álvaro Villarraga Sarmiento es el presidente de la Fundación Cultura Democrática, participó en mesas y diálogos de paz en el país y es miembro del Consejo Nacional de Paz.

miércoles, 29 de junio de 2011

Dieciocho muertos tras atentado contra hotel Intercontinental de Kabul

El hotel Intercontinental es escenario habitual de reuniones y conferencias de prensa, y ha trascendido que en él se alojaban funcionarios afganos que debían participar en un encuentro sobre la transferencia de seguridad a las fuerzas afganas.

Las tropas de la misión de la OTAN en Afganistán, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), tuvieron que intervenir de madrugada para acabar con el asalto, indicó un portavoz militar.

“La fuerza afgana reaccionó muy bien. Nos pidió apoyo y enviamos nuestros helicópteros, que detectaron a varios de los insurgentes en el tejado. Los atacamos y matamos, mientras la fuerza afgana actuaba en el interior del hotel”, explicó el portavoz.

En Afganistán se registra un incremento agudo de las acciones de los talibanes y lo que llaman su “ofensiva de primavera”: series de ataques contra las tropas extranjeras, oficiales afganos o lugares estratégicos.

En Afganistán hay desplegados en la actualidad unos 150.000 soldados, dos tercios de ellos estadounidenses, pero la insurgencia talibán continúa presente en gran parte del país y ha expandido su radio de acción en los últimos años.

En las últimas semanas ha trascendido que Estados Unidos ha mantenido reuniones preliminares con representantes talibanes para hablar de la posibilidad de que pueda lograrse un compromiso por la paz y la estabilidad en el depauperado país centroasiático.



EFE Elespectador.com

Francia armó a los rebeldes en Libia

Francia suministró armas, entre ellas misiles Milan y fusiles de asalto, a los rebeldes libios en la región de Djebel Nafusa, al sur de Trípoli, afirmó el miércoles el diario francés Le Figaro, citando fuentes de alto nivel oficial.

El suministro de armas se efectúo en las últimas semanas a través de lanzamientos con paracaídas, agregó Le Figaro, cuyas informaciones no pudieron ser confirmadas por la AFP.

Según el diario, Francia, que actuó por su cuenta, sin el apoyo de sus aliados, suministró a los rebeldes lanza cohetes, fusiles de asalto, ametralladoras y misiles antitanque Milan.

Los lanzamientos se hicieron en la región de Djebel Nafusa, situada a unas decenas de kilómetros de Trípoli Según el diario, que pudo consultar mapas de los servicios de inteligencia franceses, en los últimos días los rebeldes tomaron el control de las localidades de Nalut, Tiji, Al Jawsh, Shakshuk y Yafran.

El martes, los rebeldes se ampararon de un importante depósito de municiones en una zona desértica, a 25 de Zenten, al sudoeste de Trípoli, según un corresponsal de la AFP.

Manual para identificar a la extrema derecha

Como en los últimos días el presidente Santos, el diario El Tiempo y algunos columnistas hablan de la extrema derecha colombiana y de su propensión a la ilegalidad y a la violencia, sin mencionar a grupos sociales o políticos concretos o a personas de carne y hueso -incluso varios comentaristas han dicho que son fuerzas oscuras, inasibles, indefinibles-, quiero entregarles a los lectores un manual para identificar a estos sectores de la sociedad colombiana y para ponerles rostro a sus líderes.

Debo confesar que no ha sido mayor el esfuerzo para compilar estas señales de identidad de la extrema derecha. En la historia reciente del país abundan las ideas, las actitudes y los hechos que permiten saber quién se ubica en esa perturbadora corriente política. Estoy seguro, además, de que quienes lean esta columna podrán agregarle nuevas indicaciones a esta lista corta y desordenada.

Empecemos por aclarar que no es en las Fuerzas Armadas donde se encuentra el núcleo duro de la extrema derecha. Esta idea, muy difundida en la izquierda, ha sido desmentida por la realidad. En los últimos veinte años, una multitud de políticos, empresarios, líderes de opinión, han puesto la cara para defender un delirante proyecto de derecha y han encontrado un importante respaldo en la sociedad. Los militantes civiles han resultado mil veces más implacables que los vilipendiados militares.

Se sienten más cómodos en la guerra que en la paz. Defienden la salida militar como la única alternativa y califican las iniciativas de reconciliación como ejercicios de apaciguamiento que solo sirven para envalentonar a la guerrilla. Lograron que el país concentrara su atención en la llamada amenaza terrorista y se desentendiera de otros problemas igual o más graves que el desafío insurgente. En las coyunturas de negociación se las ingenian para desatar acciones de terror o darles resonancia a las agresiones guerrilleras con el fin de crear un ambiente adverso a los acuerdos de paz.

Han hecho la más eficaz combinación de todas las formas de lucha. Mientras la guerrilla mediante esta estrategia logró una influencia marginal en el Parlamento o en lejanas alcaldías y gobernaciones, estas fuerzas se apoderaron mediante la coacción y la muerte de una tercera parte del poder local y regional y obtuvieron una influencia decisiva en el Congreso y en el Ejecutivo Central. Fue la respuesta que le dieron a los avances democráticos de la Constitución del 91. Amparados en la teoría de la ausencia de Estado y con el pretexto de defender a la población de la agresión de las Farc y del ELN han fomentado la creación de poderosas organizaciones de justicia privada.

Aprovechan una y otra vez los ciclos de violencia para amasar grandes fortunas y tienen una extraña obsesión por la tierra. De la confrontación de los años cincuenta entre liberales y conservadores salieron con parte de las mejores tierras cafeteras y ganaderas. Han utilizado la tortuosa guerra que vive el país desde principios de los años ochenta para entrar a saco en los recursos del Estado y para apropiarse y legalizar las rentas provenientes del narcotráfico, despojar de las tierras a millones de campesinos y meterles la mano al petróleo y a la minería. Al tiempo venden la idea de que los pobres son perezosos y los campesinos, ineficientes, y tachan las propuestas de restitución o distribución de la propiedad de argucias para promover la lucha de clases. Los que difunden aquí y allá que las organizaciones de derechos humanos son aliadas de la guerrilla, la justicia obedece a oscuros designios del terrorismo y los organismos internacionales que critican la vulneración de derechos esenciales de la población son simples portavoces de la subversión y aviesos responsables de la mala imagen de nuestro país en el exterior. Los que promovieron la campaña de exterminio de la Unión Patriótica y los magnicidios de Galán, Pizarro, Gómez Hurtado y Bernardo Jaramillo y han estigmatizado el ejercicio de la oposición y la disidencia política. Los que no le perdonan al periodismo la crítica y la independencia.


Leon Valencia.

Manual para identificar a la extrema derecha

Como en los últimos días el presidente Santos, el diario El Tiempo y algunos columnistas hablan de la extrema derecha colombiana y de su propensión a la ilegalidad y a la violencia, sin mencionar a grupos sociales o políticos concretos o a personas de carne y hueso -incluso varios comentaristas han dicho que son fuerzas oscuras, inasibles, indefinibles-, quiero entregarles a los lectores un manual para identificar a estos sectores de la sociedad colombiana y para ponerles rostro a sus líderes.

Debo confesar que no ha sido mayor el esfuerzo para compilar estas señales de identidad de la extrema derecha. En la historia reciente del país abundan las ideas, las actitudes y los hechos que permiten saber quién se ubica en esa perturbadora corriente política. Estoy seguro, además, de que quienes lean esta columna podrán agregarle nuevas indicaciones a esta lista corta y desordenada.

Empecemos por aclarar que no es en las Fuerzas Armadas donde se encuentra el núcleo duro de la extrema derecha. Esta idea, muy difundida en la izquierda, ha sido desmentida por la realidad. En los últimos veinte años, una multitud de políticos, empresarios, líderes de opinión, han puesto la cara para defender un delirante proyecto de derecha y han encontrado un importante respaldo en la sociedad. Los militantes civiles han resultado mil veces más implacables que los vilipendiados militares.

Se sienten más cómodos en la guerra que en la paz. Defienden la salida militar como la única alternativa y califican las iniciativas de reconciliación como ejercicios de apaciguamiento que solo sirven para envalentonar a la guerrilla. Lograron que el país concentrara su atención en la llamada amenaza terrorista y se desentendiera de otros problemas igual o más graves que el desafío insurgente. En las coyunturas de negociación se las ingenian para desatar acciones de terror o darles resonancia a las agresiones guerrilleras con el fin de crear un ambiente adverso a los acuerdos de paz.

Han hecho la más eficaz combinación de todas las formas de lucha. Mientras la guerrilla mediante esta estrategia logró una influencia marginal en el Parlamento o en lejanas alcaldías y gobernaciones, estas fuerzas se apoderaron mediante la coacción y la muerte de una tercera parte del poder local y regional y obtuvieron una influencia decisiva en el Congreso y en el Ejecutivo Central. Fue la respuesta que le dieron a los avances democráticos de la Constitución del 91. Amparados en la teoría de la ausencia de Estado y con el pretexto de defender a la población de la agresión de las Farc y del ELN han fomentado la creación de poderosas organizaciones de justicia privada.

Aprovechan una y otra vez los ciclos de violencia para amasar grandes fortunas y tienen una extraña obsesión por la tierra. De la confrontación de los años cincuenta entre liberales y conservadores salieron con parte de las mejores tierras cafeteras y ganaderas. Han utilizado la tortuosa guerra que vive el país desde principios de los años ochenta para entrar a saco en los recursos del Estado y para apropiarse y legalizar las rentas provenientes del narcotráfico, despojar de las tierras a millones de campesinos y meterles la mano al petróleo y a la minería. Al tiempo venden la idea de que los pobres son perezosos y los campesinos, ineficientes, y tachan las propuestas de restitución o distribución de la propiedad de argucias para promover la lucha de clases. Los que difunden aquí y allá que las organizaciones de derechos humanos son aliadas de la guerrilla, la justicia obedece a oscuros designios del terrorismo y los organismos internacionales que critican la vulneración de derechos esenciales de la población son simples portavoces de la subversión y aviesos responsables de la mala imagen de nuestro país en el exterior. Los que promovieron la campaña de exterminio de la Unión Patriótica y los magnicidios de Galán, Pizarro, Gómez Hurtado y Bernardo Jaramillo y han estigmatizado el ejercicio de la oposición y la disidencia política. Los que no le perdonan al periodismo la crítica y la independencia.


Leon Valencia.

Impunity

El lunes pasado, en el teatro México de la Universidad Central, se estrenó en Colombia el documental «Impunity», de Juan Lozano y Hollman Morris. Muchos de los asistentes tuvimos que esperar durante más de tres horas a una segunda proyección, pues el teatro se quedó pequeño para una asistencia de casi dos mil personas. Aunque también porque el bogotano promedio no concibe la idea de ubicarse en una fila de acuerdo a la hora en la que llega, lo que llevó a que decenas de personas que estaban delante terminaran reproduciéndose en sobremanera.

Esto hace parte de nuestra cultura del atajo, del avivato y del violento, aun en lo que consideramos ‘buenas maneras’. Es un defecto que nos caracteriza y que no cabría mencionar aquí de no ser porque engendra una de las causas fundamentales del problema que, justamente, aborda este documental: esa maldad extrema a la que podemos llegar, y la impunidad de las consecuencias de esa maldad. Si la cultura del atajo es parte de quienes tenemos una mediana educación, cuál podría ser la de quienes, en contraste, cuentan con más que motivos y la necesidad suficientes para empuñar un arma. Hay niveles de violencia, es cierto, pero la tolerancia de los primeros suele ser la puerta de entrada a aquellos en los cuales ya no hay marcha atrás.

Con todo, sí que valió la pena esperar, hacer la fila. Porque sin ser la ‘gran cosa’ –sin revelar hechos que no supiéramos ya, sin presentarlos de una manera sensacionalista–, el trabajo periodístico de Lozano y Morris es, sencillamente, digno de elogiar. Se trata de un documental que tiene la virtud de conmover, de suscitar indignación y de invitar a la reflexión crítica acerca de un crimen de lesa humanidad que amenaza con quedar impune: esa masacre sistemática de más de ciento cincuenta mil personas, ejecutada –con la ayuda del Estado, del narcotráfico y de empresas privadas– por la organización terrorista y paramilitar AUC.

Ese es el tema. En cuanto a la forma, la virtud es mayor. El documental nos muestra este crimen desde la perspectiva de quienes, sin lugar a dudas, han llevado la peor parte: las víctimas. Son ellas quienes narran los aterradores asesinatos y desapariciones de sus familiares, la ilusión que tuvieron de saber la verdad (el cómo, el dónde) en los procesos de justicia y reparación, y la forma en que esa ilusión se desvaneció cuando el gobierno de Uribe decidió extraditar a quienes más podían confesar esa verdad, los jefes paramilitares. El documental muestra, así, que nunca hubo una confrontación directa entre víctima y victimario, ese cara a cara sin el cual –como bien señala Jacques Derrida– no puede darse ningún proceso de perdón genuino. Lo que se montó, en contraste, fue un teatro a favor de la imagen política del proceso mismo (del gobierno), un teatro que propició la impunidad de los crímenes y acrecentó, así, el resentimiento.

Algunas víctimas no se explican cómo pudo el gobierno de Uribe preocuparse más por el delito del narcotráfico que por los crímenes de lesa humanidad que cometieron los paramilitares. Pero muchas sí, y es esta la tesis fundamental del documental: los paramilitares desmovilizados estaban testificando más de la cuenta, no solo se estaban remitiendo a develar la forma cruenta y el lugar en que cometieron los crímenes, sino que también estaban señalando a los militares, políticos y empresarios que los habían ayudado. Justo ahí fueron extraditados.

Es de esperar que los implicados guarden silencio frente a las denuncias de este gran trabajo periodístico. O, como ya es costumbre, que se dediquen a atacarlas de manera ad hominem, acusando a Morris de guerrillero. Es de esperar que, en el mejor de los casos, digan que el documental peca de unilateral al denunciar la violencia paramilitar y dejar a un lado la guerrillera. A este respecto, no sobra mencionar las palabras con las que comienza el documental: «En esta selva no hay Estado. Aquí, hay guerra. Desde siempre. Guerra civil, un conflicto armado interno, amenaza terrorista, lucha ideológica. Los extremos: izquierda, derecha. Los mismos métodos: competencia de crueldad». De ahí que si el documental se centra en los paramilitares como ejemplo principal de la impunidad que señala, lo haga porque fueron ellos quienes, supuestamente, se desmovilizaron, y no la guerrilla. Los crímenes de este último bando, que nadie niega, serían pues un tema para otro documental; su ausencia aquí no opaca la verdad de los hechos denunciados.

Contamos pues con un valioso documento cuya perspectiva no puede ignorar quien realmente quiera comprender la verdad del proceso de desmovilización de las AUC, esto es, el fracaso de la Ley de Justicia y Paz del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Porque es cierto, sí, como lo afirmó Francisco Santos en su momento, que “(…) la Ley de Justicia y Paz será un proceso ejemplar para el mundo”. Lo será, con toda seguridad, por ineficaz, por su rotundo fracaso como modelo de justicia transicional.

Seguir negando este fracaso, seguir defendiendo que las mal llamadas bandas emergentes (BACRIM) no son el reducto del paramilitarismo es, pues, otro síntoma de nuestra cultura del atajo. De esa que también nos lleva a hacernos los de vista gorda y, en consecuencia, a convertirnos en cómplices de esta impunidad. Es esta la preocupación fundamental que más se percibe en los realizadores: que su trabajo propenda por una reflexión crítica de parte de la sociedad colombiana, que seamos conscientes de que el Estado colombiano sigue en deuda en cuanto a justicia, verdad, garantías de no repetición y reparación de las víctimas de los paramilitares. Lo que, más que legal, es un verdadero problema moral, uno en el que todos estamos involucrados.

Gran trabajo, «Impunity», que esperamos se pueda difundir de forma masiva en todo el territorio colombiano; toda vez que así lo permitan nuestras salas de cine y canales de televisión.

Julián Cubillos

* Twitter: @Julian_Cubillos


Wikileaks de Venezuela: Chávez reconoció que nunca debió mediar con las FARC

En uno de los momentos más críticos de la relación con Estados Unidos, el presidente Hugo Chávez recibió en marzo del 2009 en el palacio de Miraflores al congresista demócrata William Delahaunt, a quien hizo algunas confesiones relacionadas con la guerrilla colombiana.

Chávez reconoció en esa cita que su participación como mediador en la liberación de los rehenes de las FARC había sido un error y que así se lo había comunicado al presidente Álvaro Uribe.

La afirmación se produjo en el contexto de otra confesión: Venezuela quería mejorar las relaciones con Colombia. Chávez consideraba ese país como un importante socio comercial. Los contactos entre ambos presidentes se acababan de reanudar después de la polémica por el bombardeo del campamento de Raúl Reyes en Ecuador.

“Chávez dijo que también quiere mejorar las relaciones con Colombia, al que ve como un socio económico importante. Él reconoció que su participación en las negociaciones del año pasado para liberar a rehenes en poder de las FARC fue un error, y afirmó que lo había admitido también al presidente Uribe”.

Con el consentimiento del entonces presidente de Colombia, Chávez inició en agosto del 2007 contactos con las FARC para liberar a varios rehenes, entre los que se encontraba Íngrid Betancourt. En noviembre de ese año, sin embargo, el presidente Uribe cerró las puertas a la mediación. El entonces mandatario colombiano consideró que había sido una extralimitación el hecho de que Chávez hubiera llamado directamente a miembros de la cúpula del Ejército.

En enero del 2008, a pesar del desencuentro, la guerrilla entregó a Caracas a Clara Rojas y a Consuelo González.

* El trabajo periodístico de revisión de los cables de WikiLeaks sobre Venezuela fue hecho entre SEMANA y el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela. Su publicación, se hace de forma simultánea en Semana.com y en Arman-do.info.

¿Cuánto vale la cocaína en…?

Según el más reciente reporte de la Oficina de Drogas y Crimen de los Estados Unidos, los países donde más vale el gramo de cocaína son los nórdicos con Noruega y Finlandia a la cabeza.

El reporte también ratificó a Estados Unidos como el país donde más se consume esta droga en el mundo con un estimado de 157 toneladas por año, equivalente al 36 por ciento del consumo global. Seguido por Europa, particularmente el occidente y centro, con un estimado de 123 toneladas por año.

Ranking:

1. Noruega: 154 dólares el gramo.
2. Finlandia: 139 dólares el gramo.
3. Estados Unidos: 120 dólares el gramo.
4. Grecia: 104 dólares el gramo.
5. Suiza: 104 dólares el gramo.
6. Italia: 99 dólares el gramo.
7. Austria: 97 dólares el gramo.
8. Irlanda: 97 dólares el gramo.
9. Dinamarca: 94 dólares el gramo.
10. Luxemburgo: 87 dólares el gramos.

http://www.semana.com/mundo/cuanto-vale-cocaina/159342-3.aspx

martes, 28 de junio de 2011

Petroleros chinos secuestrados en tierra de nadie

Zhau Hong, Yang Jing y Tang Guo Fu, interceptados en el amazónico valle del río Caguán por las insurgentes FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), trabajan para la corporación Emerald Energy, con sede en Gran Bretaña y filial del gigante petroquímico chino Sinochem. Del traductor no se pudo confirmar aún su identidad ni nacionalidad.

El paraje donde fueron secuestrados es harto conocido para los periodistas, pues está en el trayecto entre el poblado San Vicente del Caguán y el corregimiento Los Pozos, sede este último desde enero de 1999 y por tres años del fracasado diálogo entre el gobierno de entonces de Andrés Pastrana (1998-2002) y las FARC.

Tras el fin de las conversaciones en febrero de 2002 estallaron de nuevo las hostilidades, ya con dinero y participación estadounidenses en apoyo de las fuerzas gubernamentales. Las fumigaciones antidroga del llamado Plan Colombia forzaron al desplazamiento de sus hogares de centenares de miles de cocaleros que conformaban una potencial población de apoyo a la guerrilla.
Policía al servicio de Emerald

En el departamento del Putumayo, fronterizo con Ecuador, también están las FARC. Las comunidades protestan desde abril porque dicen que no han sido consultadas por las firmas transnacionales que operan en su territorio y que los compromisos suscritos con el anterior gobierno, de Álvaro Uribe (2002-2010), fueron incumplidos.

"El máximo sueño de una multinacional: tener un ejército a su servicio", tituló en su edición de otoño 2010 Action on Colombia, boletín de la red estadounidense Colombia Support Network (CSN).

Emerald Energy intervino, según dijeron líderes de las comunidades, para que las autoridades no liberaran a seis indígenas que habían sido detenidos y golpeados en una protesta pacífica frente a la oficina regional de esa empresa en el norte del Putumayo. La manifestación fue atacada por la policía antimotines y los apresados fueron golpeados, torturados y heridos y se les negó atención médica por horas, denunciaron.

Autoridades civiles y militares reunidas en un Consejo de Seguridad al día siguiente determinaron liberarlos. "Sin embargo la decisión fue cancelada porque Emerald Energy, la empresa petrolera a quien se le hace las reclamaciones y exigencias, se opuso", dice el comunicado de las comunidades reproducido por CSN.

De los seis, tres son ancianos sabedores del pueblo nasa y uno, autoridad tradicional para interlocución con el Estado.

Los bombardeos de las primeras horas en esa ocasión de la Fuerza Aérea Colombiana sobre Los Pozos fueron registrados por los satélites brasileños que monitorean la quema de bosques en la Amazonia como una gran mancha de calor, más devastadora que todos los incendios detectados, juntos y multiplicados.

Seis meses después, y hasta agosto de 2010, sobrevinieron dos mandatos del presidente derechista Álvaro Uribe, quien centró su administración en golpear a las FARC.

Estas se replegaron inicialmente, pero en 2005 volvieron a circundar las cabeceras municipales, aunque la fuerza pública se estableció y permanece en dichos centros urbanos.

Vinieron luego operaciones militares masivas y de largo aliento: el Plan Patriota, seguido del Plan Consolidación, a los que terminó adaptándose esta guerrilla campesina comunista que desde 2008 comanda el antropólogo bogotano que lleva como nombre de guerra "Alfonso Cano".

Bajo su dirección, desde hace un año y medio, las FARC dispusieron una reestructuración, "que solo se comenzó a sentir en agosto", en coincidencia con el comienzo del gobierno de Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa de Uribe, dijo a IPS el analista militar Ariel Ávila, del Observatorio del Conflicto Armado del centro de pensamiento Nuevo Arco Iris.

San Vicente del Caguán-Los Pozos es circundado al occidente por una columna de fuerza de élite guerrillera denominada Teófilo Forero, al norte por el Frente Yarí, al sur por el Frente 15 y al oriente por tres columnas del Frente 14 de las FARC.

Pero la selva donde se perdió el rastro de los chinos y de su traductor es aún más compleja.

A la zona está penetrando el paramilitar Ejército Revolucionario Popular Anticomunista (Erpac), creado por alias "Cuchillo", un narcotraficante abatido por la policía en diciembre y que llegó a asistir a los consejos de seguridad locales que convocan las autoridades civiles y militares para abordar asuntos del conflicto armado.

¿Y los militares? La búsqueda de los rehenes chinos y de su traductor está a cargo de la Fuerza de Tarea Omega, una poderosa unidad combinada y altamente entrenada. Frente al Erpac, "total complacencia", estimó Ávila.

Tierra de petroleras y mineras

Sobre la cuenca del Caguán avanzan dos de las "locomotoras" de los planes económicos de Santos: minería e hidrocarburos.

Los paramilitares del Erpac quieren ser los intermediarios de las petroleras que, a su vez, subcontratan a empresas locales.

"Hay una especulación brutal" con la tierra, advirtió Ávila, los hombres del Erpac llegaron a comprar predios o a desplazar campesinos para arrebatársela, "como pasó en la Costa Atlántica hace 10 años", una de las regiones con mayor número de víctimas de la ofensiva ultraderechista de entonces.

Como en toda la inmensa Orinoquia, con pocos habitantes y casi nulo Estado, la propiedad de la tierra no ha sido formalizada. Los campesinos la poseen, pero no cuentan con títulos, situación que facilita el despojo.

Y en esa escena entran las FARC con su reestructuración, que les exige más fondos para una ofensiva armada. Su práctica es cobrar un "impuesto" a las empresas petroleras.

En la zona donde ocurrió el secuestro de los chinos, la guerrilla de izquierda echó a rodar el rumor: "Vienen petroleros. Y vienen con paracos (paramilitares de ultraderecha). Y no vamos a dejar que esto pase", escuchó Ávila en un reciente viaje allí, aunque él subraya que para las FARC no se trata de defender a la gente y el dinero es la prioridad.

El regulador colombiano Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), creado por Uribe, organiza periódicamente la "Ronda Colombia", en la que se entregan pozos petroleros.

El investigador de Nuevo Arco Iris sostiene que las petroleras, gracias a esta mecánica de acceso a la tierra, "están corrompiendo a todo el mundo" en el área, ya sean alcaldes, gobernadores departamentales y hasta gobernadores indígenas.

Para Ávila, la situación semeja "el oeste americano (estadounidense) hace dos siglos y medio, es decir que es tierra de nadie y la consigna es ‘sálvese quien pueda’".

"Ese proceso de desinstitucionalización ha causado que las FARC se vuelvan héroes para una parte de la población, que estaba muy cansada de la guerrilla pero que ahora la ve como una salida", sentenció.

"En ese marco, las FARC se están tomando la vocería de las comunidades", agregó. El secuestro de los empleados de Emerald Energy "es un mensaje".

¿Y el gobierno chino? Portavoces dicen que se está haciendo todo para la libertad de sus ciudadanos.

¿Y el gobierno colombiano? Sin precisar, advierte que expulsará del país a toda empresa que pague extorsión (o rescate) a la guerrilla. Nada dice del Erpac y, mientras, aspira a cosechar muchos guerrilleros desmovilizados.(FIN/2011)

Constanza Vieira
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=98501

EE. UU. incluyó a Venezuela en su lista negra de tráfico de personas

Departamento de Estado dice que gobierno de Chávez no hace esfuerzos para luchar contra ese flagelo.


Estados Unidos incluyó a Venezuela en su lista negra de países que trafican personas, en la que mantuvo a Cuba por noveno año consecutivo, en un informe divulgado este lunes por el Departamento de Estado.

En el informe, Washington retiró este año de ese grupo a República Dominicana, que había sido incluido el año pasado.

"Venezuela es un país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños que son traficados para ser explotados sexualmente o laboralmente", indicó el reporte del Departamento.

El gobierno de Hugo Chávez, que había sido colocado los cuatro años anteriores en el grupo de países bajo observación especial, "no está haciendo esfuerzos significativos para cumplir con los estándares mínimos" en la lucha contra el tráfico de personas, estimó Estados Unidos.

Un país incluido en la lista negra puede ser objeto de sanciones como el cese de ayuda no humanitaria estadounidense y enfrentará la oposición de Washington a que entidades como el FMI y el Banco Mundial le presten dinero para ciertos programas.

Cuba ha estado incluida desde 2003 en esa lista, integrada principalmente por países de África y Asia.

Según el reporte, el gobierno de Santo Domingo "está haciendo esfuerzos importantes" para combatir el flagelo, aunque aún no demostró mayores avances, por lo que fue mantenido en la lista de países bajo observación especial.

Además de ese país, las naciones latinoamericanas bajo observación son Panamá (que ya estuvo en este renglón el año pasado), Costa Rica y Ecuador.

WASHINGTON
AFP

Cayó en Ecuador el jefe del frente 48 de las Farc

Policía y Ejército del vecino país dieron con 'Danilo', luego de recibir información de Colombia.
Al mediodía del pasado lunes, en una céntrica calle de Quito (Ecuador), hombres de la policía y el ejército de ese país capturaron a Andrés Guaje Chalá, alias 'Danilo', jefe del frente 48 de las Farc.

La operación se dio gracias a la información que la Inteligencia de la Brigada Móvil 13 y la VI División del Ejército colombiano le entregaron a sus homólogos el fin de semana, cuando lo tuvieron plenamente ubicado, gracias a los datos que entregaron varios informantes.

'Danilo', el guerrillero que reemplazó a 'Édgar Tovar' el año pasado, se salvó el 20 de septiembre del 2010 del bombardeo de la Fuerza Aérea a su campamento. Allí murieron 'Domingo Biojó' y 'Lucero', hija de 'Simón Trinidad'.

Desde esa fecha, Inteligencia Militar le seguía la pista. Inicialmente se creyó que su cuerpo había quedado entre los escombros, pero hace unas semanas lograron ubicar al guerrillero. El pasado viernes le entregaron los datos a la gente de Ecuador y ayer se dio la captura.

Anoche, en Quito, se estaban surtiendo los procedimientos de legalización de captura y deportación y se esperaba que 'Danilo' fuera entregado a medianoche al DAS.

"Lo importante de este golpe es el mensaje: los bandidos, se escondan donde se escondan, allí los vamos a encontrar y capturar. Y lo otro es que la acción de la fuerza pública del Ecuador les cierra las puertas", señaló el almirante Édgar Cely, comandante de las Fuerzas Militares.

'Uribe sabía del supuesto pago a ‘César’ y ‘Gafas’ en la Operación Jaque': productor de documental

Santiago Villa, el productor del documental "Operación Jaqué. Una jugada no tan Maestra", quien realizó la película junto con Gonzalo Guillén, señaló que la cifra y el pago que habría hecho el gobierno colombiano por 15 secuestrados entre ellos Ingrid Betancourt es un “misterio”.

“El tema de la plata es un misterio, cuánto se pagó es un misterio. Los pagos y la cifra es un misterio”, dijo el productor.

Villa señaló que el documental está armado sobre testimonios, documentos e imágenes inéditas de la Operación Jaque, los testimonios son de negociadores de España, Francia y Suiza y abogados que participaron en el proceso.

“Los cien millones de dólares eran un fondo para el pago de recompensas para guerrilleros que dejaran la guerrilla y trajeran secuestrados, se habla de 20 millones de dólares”, indicó.

Villa sostuvo que el encargado de los contactos con el gobierno de Estados Unidos fue el abogado Carlos Toro, de quien dijo, "tiene mucha experiencia, fue contactado por "César" y "Gafas". "El contacto era con gente de la DEA y de la CIA", agregó.

El productor del documental agregó que en un cable de Wikyleaks se menciona que el viceministro de Defensa iba a apoyar la negociación con alias “Cesar”, uno de los secuestradores que fue capturado durante la Operación Jaque.

Caracol Junio 28 de 2011

lunes, 27 de junio de 2011

Confederación Sindical denuncia los asesinatos de maestros en Colombia

Señaló la "persecución constante y la violencia" que sufre este colectivo en el país.
La Confederación Sindical Internacional (CSI) condenó este lunes los últimos asesinatos de profesores sindicalistas en Colombia y denunció la "persecución constante y la violencia" que sufre este colectivo en el país sudamericano.

En un comunicado, la confederación expresó "su consternación" por las muertes de Dionis Alfredo Sierra el pasado 15 de mayo y de Alejandro José Peñata el 20 de junio, ambos miembros de la Asociación de Maestros de Córdoba (Ademacor), afiliada a la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT).

Según la CSI, Sierra fue asesinado con varios disparos en los aledaños del centro donde daba clases, de donde había salido después de recibir una llamada telefónica.

Peñata desapareció al terminar su jornada en el centro educativo del que era coordinador, y horas más tarde fue encontrado muerto con señales de tortura.

La CSI denunció la "persecución constante y la violencia" que sufren los docentes colombianos y señaló que sólo en el departamento de Córdoba han sido asesinados 20 profesores desde 2008.

Estos crímenes son perpetrados "con absoluta impunidad", lo que genera una "inquietante crisis humanitaria en el sector de la educación" y pone en peligro el ejercicio de los derechos sindicales.

Los asesinatos, además,"contradicen los anuncios del Gobierno colombiano sobre la mejora de la situación de los derechos humanos en el país", según la Confederación Sindical Internacional.

EFE

Evo Morales busca estar "de tú a tú" con Estados Unidos

El presidente Evo Morales convocó este lunes a los embajadores europeos en su país a coadyuvar con la normalización de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Estados Unidos, deterioradas por la expulsión recíproca de embajadores en 2008, pero en un nivel de "tú a tú".

"Queremos tener buenas relaciones con Estados Unidos pero, como decimos en términos populares, de tú a tú. Aquí no hay un imperio que pueda imponer, felizmente hemos comenzado a liberarnos", dijo Morales, firme antagonista de la política internacional de Washington.

"Queremos relaciones de igual a igual, queremos recuperar las relaciones diplomáticas, intercambio de embajadores", dijo el presidente en un discurso público en el que transfirió responsabilidades de otorgación de documentos de identidad y de conducir de la policía a entidades civiles.

"A lo mejor nuestros embajadores de Europa puedan ayudar a recuperar esas relaciones diplomáticas con Estados Unidos (..), pero no queremos ninguna imposición, no queremos ningún tutelaje, no queremos ninguna humillación ni condicionamientos a las políticas que implementamos", remató.

La Paz y Washington negocian desde 2009 un acuerdo marco tras la decisión de Morales de expulsar a fines de 2008 al embajador norteamericano y a la agencia antidrogas DEA, acusándolos de haber apoyado un supuesto complot de derecha.

Sin embargo, deploró que lo avanzado en las negociaciones en los últimos años para un acuerdo marco "con dos, tres palabras quieren cambiar(lo). Eso no lo vamos a permitir, por supuesto, aunque las últimas informaciones me dicen que está mejorando. Ojalá".

Las expulsiones recíprocas de embajadores marcaron el punto más conflictivo en las relaciones entre los dos países, tras la llegada de Morales al poder en enero de 2006.

Washington ha criticado varias veces la política antidrogas del presidente de Bolivia y calificó de nulos los esfuerzos de ese país para erradicar los cultivos de coca -, materia prima para fabricar cocaína-, que se sitúan en 30.900 hectáreas según las Naciones Unidas.


AFP Elespectador.com

'La Constitución invalidó la lucha armada: Antonio Navarro

El 4 de julio de 1991 se promulgó la nueva Constitución de Colombia, un hecho que partió en dos la historia del país y marcó un nuevo rumbo en las relaciones entre el Estado y los ciudadanos. Antonio Navarro Wolf, actual gobernador de Nariño y en ese entonces guerrillero desmovilizado del M-19, fue junto a Horacio Serpa y Álvaro Gómez Hurtado uno de los miembros del triunvirato que presidió la construcción de la nueva carta política.

Hoy, a ocho días de que se conmemoren los 20 años de la Constitución del 91, Navarro Wolff habla en El Espectador de sus conquistas, sus falencias, las reformas hechas y las que están por venir, convencido de que el nuevo marco institucional que se le dio a la nación no justifica la lucha armada; que la Carta, por sí sola, no es suficiente para cambiar la realidad y se necesita poder político para ello, poder que muchas veces ha sido mal utilizado, incluso por la izquierda que él representa.

Veinte años después de promulgada la Constitución de 1991, ¿cuál fue el legado que le dejó al país?

El país cambió mucho. Priorizó el que las instituciones son para los ciudadanos y no para el poder, con instrumentos como la carta de derechos, la Corte Constitucional y la tutela. Un cambio filosófico que tiene que ver con la vida práctica de los colombianos. El ejercicio de la política también cambió. Antes de 1991, fuera de los partidos Liberal y Conservador, no había salvación. Nadie en 150 años pudo ser presidente fuera de éstos. La Constitución abrió la política para los movimientos cívicos, los grupos significativos de ciudadanos y aquellos que quisieran y pudieran conseguir apoyo popular. Antes vivíamos en estado de sitio permanente. Hoy no hay presidente que pueda abusar de los estados de excepción. La independencia de las ramas del poder público ha dado resultados como la prohibición de la tercera elección de Uribe o el juicio a decenas de congresistas. Se generó también un respeto y reconocimiento a las minorías, estableciéndose una democracia mucho más moderna.

¿Por qué si la Constitución del 91 se erigió como una carta de paz, no se ha podido llegar a ella?

Hay quienes dicen: la paz es una materia que no se cumplió. Pero es que con la Constituyente no sólo se desmovilizaron tres organizaciones guerrilleras sino que se estableció un marco institucional que hace que hoy no tenga ni sentido histórico ni justificación el alzamiento armado. Esa es una contribución para la paz que no se ha valorado.

Parece que las Farc no lo entienden así…

Hay problemas que explican que sigue habiendo lucha armada y creo que el más importante de todos es la existencia de un millón de familias pobres en zonas marginales. Allá es donde están los cultivos ilícitos y los grupos armados. Si no hacemos una política para incorporar esas familias a la vida digna y al desarrollo, vamos a seguir teniendo una debilidad que permite la supervivencia de la lucha armada. Pero definitivamente con la Constitución del 91, con las instituciones que tenemos, no hay ninguna razón para la lucha armada. Las Farc deberían entregar las armas, incorporarse a la sociedad y dejar de ser los jefes de campaña de la derecha.

¿Qué piensa de los remiendos que se le han hecho a la Carta en estos 20 años? ¿Asistimos a su desmonte?

Se le han hecho 30 reformas, la mayoría inocuas. La más negativa, en mi criterio, es el debilitamiento de las transferencias a las entidades territoriales. Nosotros dijimos: la descentralización tiene que ser con recursos, pero hubo dos reformas que limitaron eso. La otra que no me gusta es la reelección inmediata del presidente porque permite hacer campaña desde la silla presidencial y eso lleva a abusos del poder.

¿Debería tramitarse una nueva reforma para eliminar la reelección?

Yo preferiría que fuera como la de los alcaldes y gobernadores, es decir, no consecutiva.

¿La reelección de Uribe rompió el equilibrio de poderes?

Lo debilitó, pero no tanto, gracias al diseño, por ejemplo, de conformación de la Corte Constitucional. Ese diseño ha demostrado ser un acierto. Pese a haber tenido ocho años el poder, Uribe no fue capaz de lograr que la Corte aceptara un tercer período.

De esos 30 cambios que se le han hecho a la Constitución, ¿hay alguno bueno?

Sin duda, por ejemplo, la reforma para organizar los partidos, porque si bien se acabó con el bipartidismo, eran tan laxos los mecanismos para crearlos que llegamos a tener como 80. Y una democracia con ese número de partidos no sería coherente.

¿Es acertado acabar con las inhabilidades de los congresistas para votar reformas constitucionales?

Es un riesgo. Hay evidentemente elementos en la Constitución que los favorecen directamente. Le pongo un caso: la doble instancia para reemplazar el juez natural, que es la Corte Suprema de Justicia. Se necesita, por supuesto, la doble instancia, pero dejar el diseño en manos del Congreso puede terminar beneficiando a senadores y representantes. Allí habría un elemento de inhabilidad. Ahora, para decirlo en una frase, creo que la Constitución, 20 años después, sigue tan campante que demuestra que fue hecha con espíritu de generosidad, en la búsqueda del acierto y con cosas que salieron bien y otras que, naturalmente, hay que corregir.

¿Qué no salió bien?

El diseño de las contralorías. Eso no está funcionando porque se hace una alianza entre un alcalde y unos concejales, y se nombra un contralor que termina por no controlar a nadie. Parte de los problemas que estamos viendo hoy es por la debilidad de los órganos de control contra la corrupción.

La gran queja de hoy es que le faltó desarrollo al tema de la justicia, que hoy no opera. ¿Qué faltó?

Sí opera y mucho más que en aquel tiempo, pero a veces se nos olvidan las cosas. Escuchaba al presidente de la Corte Suprema de Justicia diciendo que se necesitaban muchos más jueces, lo cual es probable, pero es que no recordamos cómo eran los despachos judiciales en 1990: unas casas viejas con cientos de expedientes, unos encima de otros, y unos funcionarios trabajando con las uñas. El esfuerzo que se hizo para modernizar la justicia, para dotarla de instrumentos y de espacios adecuados, fue grande. En aquella época teníamos a los jueces arrodillados ante el cartel de Medellín. Con la Constitución se logró recuperar la posibilidad de juzgar a los carteles y a los delincuentes organizados. Aunque siempre van a faltar cosas, la justicia que tenemos hoy es más moderna y eficaz que la de hace 20 años.

Y quizá también más politizada…

La politización está en el Consejo Superior de la Judicatura. Eso ha funcionado bastante mal. Se volvió una cuota de los congresistas, bajándole la calidad a un cuerpo que tiene que jugar un papel clave en la autonomía de la Rama Judicial. Hoy se está hablando de una reforma a ese ente, la cual tiene toda la razón.

Hay quienes dicen que la única manera de reformar a la justicia es a través de una constituyente, ¿es viable?

Creo que es tan excepcional el momento de la Constituyente de 1991, que no debemos hacer como el aprendiz de hechicería y volver a tratar de hacer el conjuro para repetir ese momento. No es fácil hacer mejoras a la Carta con nuevas constituyentes. El momento no es de pensamiento de avanzada sino de retroceso. Yo soy amigo de que hagamos las reformas que se necesiten por las vías establecidas y dejemos eso de una constituyente quizá para más adelante.

¿Cree que fue un error que los constituyentes quedaran inhabilitados para ser congresistas después de la Constituyente?

Al contrario, fue un acierto. El error fue no haber obligado a listas únicas por partido. Si hubiéramos tenido una elección a Congreso en 1991 con listas únicas, otro hubiera sido el resultado y hubiéramos resuelto el lío del clientelismo, uno de los más graves problemas de la política colombiana, esa relación personal entre elegido y electores a cambio de favores.

Si bien la tutela fue un gran avance, ¿no cree que falta desarrollar otros mecanismos de participación, como la revocatoria del mandato y otras herramientas que hoy no se aplican?

La democracia participativa, que era una gran ganancia en ese momento, poco se ha usado y diría que está sin estrenar, pero allí está y puede ser aplicada.

Lo que la carta dejó para desarrollar

Una concepción que existe es que la Constitución dejó muchos puntos en veremos, mucho por desarrollar...

Así es y, por ejemplo, el estatuto del trabajo no se ha expedido por la vigencia del pensamiento neoliberal. Lo que pasa es que hay unos que creen que la Constitución por sí sola es capaz de cambiar la realidad, cuando lo que establece es un marco de cambios que lo que necesita es poder político que los ejecute, los desarrolle y los implemente. Ese poder ha funcionado en ciertos temas y en otros no. La Constitución sola no puede hacer milagros. El voto popular, las condiciones que llevan a elegir los poderes reales del Estado es lo fundamental. Quienes desde la izquierda critican a la Constitución porque permitió espacios para el neoliberalismo, le están echando la culpa al sofá. ¿Quién tiene la culpa de la crisis en el Polo Democrático o en el Partido Verde? ¿La Constitución? No, la tienen los integrantes de esos dos partidos.


HUGO GARCÍA SEGURA Elespectador.com

Lo que ganaríamos en una negociación con el ELN

En agosto se cumplirán cuatro años de la octava y última ronda de negociaciones entre el Gobierno y el ELN. Demasiado tiempo para no intentar de nuevo conseguir lo que pareció imposible durante el mandato del presidente Uribe y su comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo. Ha pasado el tiempo y estamos ante otra coyuntura, interna y externa, ante un nuevo presidente, y por tanto ante una nueva oportunidad.

Durante el pasado año, el ELN lanzó nueve comunicados señalando su compromiso para trabajar por una salida política al conflicto, y en lo que llevamos de año, lleva ya cinco comunicados en esta dirección, el último del pasado 16 de mayo. Todo parece indicar que está listo para una negociación, y que sólo le faltaría la formalidad de solicitarla o de que el Gobierno hiciera el gesto de acercarse a su delegado preso en Medellín para ver cómo podrían hacer la cosa. ¿Quién tiene que dar el primer paso?

El Gobierno ha repetido, en boca de su presidente, que espera “gestos” de la guerrilla, y ha dejado entrever que el gesto supremo está relacionado con la liberación de personas privadas de libertad, algo que afecta especialmente a las personas retenidas por las FARC. De hecho, este no es un gran problema para el ELN, que apenas practica el secuestro y que, en todo caso, bien puede prescindir de esta práctica. No sería descabellado, en este sentido, que el ELN declara solemnemente que renuncia a la práctica del secuestro. Una declaración en este sentido, con lo que ello supone de acatamiento al Derecho Internacional Humanitario, le abriría no sólo las puertas a una negociación con el Gobierno nacional, sino que supondría el primer paso para un reconocimiento internacional que permitiría plantear su salida de las listas terroristas de la Unión Europea.

Si, como estoy convencido, el ELN está preparado para abrir una negociación, ¿cuáles serían los pasos esperables tanto del Gobierno como de la guerrilla? Hay en eso una ventaja, y es partir de lo avanzado en el 2007, donde discutieron un “Acuerdo Base” que hay que ver cómo se recupera en buena parte. Antes, no obstante, las dos partes deberían hablar, en un diálogo exploratorio, sobre cómo sería el proceso y cual sería su punto de arranque, con los compromisos previos. En esa reunión exploratoria podrían convenir que iniciarían conversaciones formales antes de terminar el año, por ejemplo, y en un país a determinar.

Podrían ponerse de acuerdo también sobre los Países Amigos que acompañarían el proceso y sobre su función. Podrían acordar igualmente un cese al fuego y de hostilidades durante el período de negociaciones formales, concertando el papel verificador de militares de los países amigos o de una comisión de verificación creada a tal efecto. En la fase exploratoria podría concertarse igualmente que en la negociación formal van a tratarse temas sensibles, como la ya mencionada renuncia al secuestro, el reclutamiento de menores o la colocación de minas y su respectivo proceso de desminado.

En cuanto a los compromisos del Gobierno, estaría el de gestionar la retirada de las listas terroristas una vez hecho efectivo el compromiso de no secuestro, el inicio de un alto el fuego al empezarse las negociaciones, el estudio de la situación jurídica de los presos del ELN a fin de producir excarcelaciones, la definición de garantías para los voceros del ELN y la libertad provisional para alguno de ellos, para que pueda cumplir con su papel de intermediario, y permitir la conformación de una comisión preparatoria de la Convención Nacional que reclama el ELN, que ambas partes habrían de definir con mayor precisión.

Toda negociación requiere de unas condiciones, que se pueden resumir en los siguientes aspectos: primero, un cambio de actitudes y posiciones para eliminar la intransigencia; en este sentido, el cese de hostilidades recíproco es la mayor garantía de que se va de buena fe. La segunda condición es el convencimiento de que nadie ganará todo, pero también de que ambas partes ganarán mucho con la negociación; es más, el primer beneficiario será el país, ya que se espera que de esa negociación surja una mejora de la democracia.

El tercer elemento es el cambio de las relaciones personales; ahí será importante el factor humano, la capacidad de cercanía y de escucha de los negociadores, no repitiendo malas historias del pasado. La cuarta consideración es el mantenimiento de una comunicación fluida y respetuosa que impida procesos de escalada verbal y amenazas. De nuevo es el talante de las personas lo fundamental, y no hay motivo inicial para sospechar que las partes puedan estar interesadas en abrir un diálogo con malos modales. Más bien intuyo inteligencia y buen hacer de parte de personas como Pablo Beltrán y del delegado del Gobierno. Finalmente, es positivo que se vayan logrando resultados en el proceso y se hagan esfuerzos para no exigir cosas imposibles, como ocurrió en el 2007, cuando el Gobierno pidió la concentración e identificación de los elenos. No hay ninguna necesidad de exigir eso, y hay muchas otras maneras de verificar un alto el fuego. De ahí la importancia de la flexibilidad.

En resumen, pues, creo que la situación está madura para iniciar un nuevo proceso de acercamiento con el ELN, que se traduzca en una negociación formal que dé resultados positivos y traiga un poco de paz para el país. No intentarlo me parecería una torpeza y una falta de visión histórica.

Por Vicenç Fisas*
Director de la Escuela de Cultura de Paz, UAB.


Grupo armado masacra a ocho campesinos en Nariño

Ocho campesinos fueron asesinados y otros cuatro más resultaron heridos, en una incursión de al menos 12 hombres fuertemente armados a un establecimiento de diversión en Nariño, informó el domingo el comandante de Policía del departamental coronel William Montezuma.

"Hay ocho muertos y cuatro heridos", señaló en diálogo telefónico el oficial, quien detalló que la matanza ocurrió hacia la media noche del sábado en el caserío Villanueva, del municipio de Colón-Génova.

Señaló que los heridos fueron atendidos en centros hospitalarios de la zona y que ninguno de ellos está en peligro de muerte.

Agregó que, según los reportes disponibles, los hombres entraron al establecimiento y sin mediar palabra abrieron fuego contra quienes departían en el lugar.

Las autoridades han comenzado las investigaciones para identificar a los autores del hecho e incluso no descartó que puedan ser integrantes de las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

"Eso se determinará con exactitud en la investigación", señaló Montezuma, quien recordó que las bandas criminales asociadas con el narcotráfico también puedan estar detrás de la masacre.

Recordó que históricamente esta población nariñense no reporta acciones violentas a esta escala.

Por lo demás, Montezuma señaló que la Policía y tropas del Ejército han llegado a la población para respaldar las labores de investigación de las autoridades.

EFE

jueves, 23 de junio de 2011

El ALBA financiará más de tres mil becas universitarias en Nicaragua

Más de tres mil jóvenes nicaragüenses recibirán becas para continuar sus estudios universitarios, gracias a los fondos solidarios de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA), según adelantó el periódico digital La Voz del Sandinismo.

El Consejo Nacional de Universidades (CNU) completa ahora el reglamento del programa que deberán cumplir los aspirantes en julio, el cual cuenta con un presupuesto que asciende a 12 millones de dólares provenientes de los recursos propios del ALBA.

Telémaco Talavera, presidente del CNU, anunció que los estudios ofertados estan enfocados en ciencias de la medicina, la producción agrícola y educación, profesiones que están vinculadas con las expectativas de desarrollo del país.

Los estudiantes que cumplan los requisitos seran becados durante los cinco años y recibirán la enseñanza en cuatro universidades públicas del Pacífico y dos de la Costa Caribe Nicaragüense.

Fuente: http://www.larepublica.es/spip.php?article24590


Restitución de tierras públicas

Han coincidido, para fortuna de unos e infortunio de otros, el invierno –que inundó medio país, destruyó carreteras, ahogó a más de 400 personas– y la promulgación de la Ley de Víctimas, que contempla la restitución de tierras usurpadas a sus legítimos dueños, y que tratan de impedir a bala limpia.


El invierno ha dejado claras dos cosas. Una, que existe una cota superior que los ríos, quebradas y humedales reclaman, y otra, que la causa principal de la tragedia invernal es la deforestación de las cuencas y el arrasamiento de las selvas.

Es un hecho conocido –y mil veces denunciado– la ocupación de bienes públicos que rodean los humedales, ciénagas y playas. Y no sólo la ocupación, sino la apropiación –con escrituras, firmas y sellos– de esos terrenos para ampliar ganaderías y cultivos comerciales, construir urbanizaciones y hoteles. Los casos más sonados son los humedales de la sabana de Bogotá, las ciénagas del Sinú y el San Jorge, y las playas de La Boquilla. En la sabana las inundaciones están haciendo lo que la ley no ha podido: sacar a los invasores inundándoles sus predios. En el caso del río Sinú, la Corte Constitucional ha considerado criminal la desecación de sus ciénagas (Sentencia T- 194 de 1999) por parte de particulares para luego reclamar los terrenos ganados a las aguas como baldíos nacionales, y permitir así ser adjudicados en propiedad privada. Una marrulla a la que se prestaron el Incora, el Incoder –en las pasadas administraciones– y las notarías. Lo mismo ha sucedido en el Valle del Cauca con las madreviejas por parte de las empresas de caña; en el Magdalena Medio por parte de palmeros y ganaderos; en el Atrato, en el San Juan, en todo el andén pacífico con los manglares, y, claro está, en las cuencas del Orinoco y el Amazonas. En regiones declaradas Reserva Forestal (Ley 2ª de 1959) –medio país–, las rondas de ríos, lagunas, ciénagas, no pueden ser ocupadas y menos apropiadas. En los ríos Meta, Ariari y Caquetá, los hatos, haciendas y concesiones territoriales llegan hasta la orilla de las aguas. No hay quién haga respetar esa ley. Ni las corporaciones de desarrollo, ni las gobernaciones, ni las alcaldías y menos hoy la Procuraduría Ambiental. Nadie. Los bienes públicos no tienen doliente. La ocupación de playones puede ser autorizada sólo para el pancoger o la pesca artesanal, y es un derecho que tiene que ver con la comida de los campesinos ribereños. Los ganaderos atropellan esta tradición y corren las cercas. También esos terrenos, que el ritmo de las aguas descubren en verano, pueden ser concedidos para cultivos itinerantes; los terratenientes, con la venia oficial, han comprado ese derecho. Poco les importa teniendo de su lado la fuerza pública para defender la propiedad privada.

En general, todas las tierras inundadas en los inviernos –o aguas altas– deberían ser reconocidas como bienes públicos y defendidas con todos los medios que las instituciones tienen a su alcance: códigos, armas, presupuesto. Ahora cuando entra en vigencia la restitución de tierras usurpadas a particulares –y antes de que la medida se rutinice y palidezca–, el Gobierno debería adoptar como política de Estado devolver las tierras públicas a sus legítimos propietarios, los ciudadanos. Si está dispuesto a restituir dos millones de hectáreas a sus dueños, con mucha mayor fuerza debería empeñarse en reintegrar los bienes públicos a la Nación. El Estado, que hace la guerra para recuperar la soberanía política, hace muy poco para defender los terrenos inajenables e imprescriptibles.


Echaremos de menos a Augusto Ramírez Ocampo, un hombre recto empeñado en buscar soluciones políticas, y sobre todo civiles, a la guerra que vivimos desde hace medio siglo. Recuerdo muchas horas en las que sentados en una canoa por el río Caguán me explicó con paciencia –no exenta de ironía y humor– las ventajas que para el Estado y para la guerrilla tenía el respeto al DIH. Hoy, en esta hora de incertidumbre y esperanza, su muerte es aún más lamentable.


Fte: http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-278340-restitucion-de-tierras-publicas

EE.UU. anuncia más ayuda para que Centroamérica no sea bastión de la droga

Los siete gobernantes de Centroamérica con sus homólogos de México y Colombia, y la secretaria de Estado Hillary Clinton, lanzaron este miércoles en Guatemala una ofensiva contra el narcotráfico, que intenta establecer un nuevo bastión en el istmo.

Clinton anunció en este encuentro una ayuda adicional de 40 millones de dólares para contener a los cárteles de la droga que buscan en Centroamérica una vía alternativa a México, donde el gobierno lanzó una ofensiva militar contra el narcotráfico en 2006, para hacer llegar la cocaína sudamericana a Estados Unidos.

El cónclave de presentación del plan estratégico contra el crimen organizado comenzó este miércoles con la presencia de los gobernantes de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, así como los presidentes Felipe Calderón y Juan Manuel Santos, de México y Colombia, países que adoptaron planes especiales con Estados Unidos para enfrentar al narcotráfico.

"Estamos respondiendo con casi 300 millones de dólares este año, respaldados con un plan de acción enfocado en inversiones de alto impacto que ayudarán a construir nuevas capacidades y catalizar el cambio" en la región, dijo Clinton en su discurso.

Este monto significa un aumento de 40 millones de dólares por encima de los 260 millones de dólares que Estados Unidos dedicó el año pasado a seguridad en América Central, la región más violenta del mundo fuera de zonas de guerra, según cifras de la ONU.

Sin embargo, Clinton dijo que los empresarios y las clases privilegiadas del istmo "deben pagar su parte de los impuestos y convertirse en socios integrales en este esfuerzo (...). La seguridad no puede ser financiada por los pobres".

Los carteles de drogas, sumados a las temidas maras o pandillas, tienen en jaque a toda la región y afectan sobre todo al Triangulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), donde las cifras de muertos por violencia son las más altas del mundo, según la ONU.

Guatemala, sede de la cumbre que culmina el jueves, fue sacudida recientemente por la masacre de 27 campesinos, decapitados en una finca el 14 de mayo por sicarios del cartel mexicano Los Zetas.

"Sentimos que estamos llegando al límite de nuestra capacidad institucional y ese es un mensaje que quisiéramos dejar bastante claro", dijo el mandatario anfitrión, Alvaro Colom.

Las cifras de homicidios en Guatemala superan los niveles de la guerra civil de 1960-1996, con más de 5.500 asesinados al año. El record lo tiene Honduras con 58 asesinados al año cada 100.000 habitantes, seguido por El Salvador con 52 y Guatemala con 48.

Santos propuso en su discurso "la creación de un centro regional para combatir el lavado de activos", y una base de datos común sobre armas decomisadas.

"Debemos pegarles donde más les duele. Y en la cadena del narco lo que más les duele es su plata, sus bienes", expresó el mandatario colombiano.

Calderón, por su parte, pidió un compromiso real a los países consumidores de drogas para combatir el narcotráfico, y demandó a Estados Unidos que frene el tráfico de armas para reducir la violencia en la región.

Es "inaplazable poner controles al tráfico de armas en la región", dijo.

"El fenómeno comenzó a partir de 2004, cuando se derogó en Estados Unidos la ley que prohibía la venta de armas de asalto. A partir de ahí hay un flujo tremendo de armas que está alimentando la ferocidad y capacidad de fuego de los criminales" en la zona, agregó.

En los últimos tres años, América Central recibió 490 millones de dólares en cooperación internacional para seguridad, de un total de 1.335 millones comprometidos con ese fin, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

América Central gasta cada año 6.500 millones de dólares en seguridad, equivalentes a 8% del PIB, lo que le impide destinar mayores recursos al combate de la pobreza, en la que vive una parte considerable de sus 40 millones de habitantes.

El plan estratégico contra la inseguridad consta de 22 proyectos, y se espera que países y organismos cooperantes comprometan fondos para financiarlo.

Al encuentro asisten, además, la canciller española Trinidad Jiménez, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.


Agencia EFE Elespectador.com

Cien días en Libia

Cuando la intervención militar extranjera en Libia se aproxima a cumplir 100 días —lo que ocurrirá el próximo domingo— la coalición comienza a fracturarse y a dar la sensación de que el conflicto se encuentra desviado del camino que se trazó en un principio. Más aún cuando gobiernos como el español, el holandés, el turco, entre otros, han expresado sus inquietudes sobre los costos de la guerra y han reducido sus colaboraciones.

El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, pidió “una suspensión inmediata de hostilidades” al comparecer ante la Cámara de Diputados. Las razones, explicó, se deben a las recientes bajas civiles que han dejado los bombardeos en territorio libio y a la necesidad de establecer corredores humanitarios para proteger a la población.

El pedido italiano fue rechazado por el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, quien anticipó que la alianza atlántica “continuará su misión porque si cesa, innumerables civiles podrían perder la vida”. El gobierno francés estuvo del mismo lado y resaltó que cualquier pausa podría permitir a Muamar Gadafi “ganar tiempo y reorganizarse”.

La buena noticia vino de parte de China. El ministro de Relaciones Exteriores, Yang Jiechi, expresó su apoyo a los rebeldes del Consejo de Transición Nacional, que desde hace cerca de cuatro meses se disputan el control del territorio contra las fuerzas leales a Gadafi.

Sin embargo, la fuerza aérea británica, una de las primeras en dar apoyo a Francia en esta operación militar, explicó que puede ver disminuida su operación militar en Libia si la misión se prolonga más allá de septiembre. Así lo advirtió el jefe de operaciones de combate de la Royal Air Force, el mariscal del aire Simon Bryant, en el Parlamento Británico.

Según el alto mando británico, la misión militar libia contra las fuerzas del coronel Gadafi, junto a la de Afganistán, están sometiendo al equipo y al personal militar del Reino Unido a fuertes presiones. Bryant describió al mismo tiempo la moral de las tropas como “frágiles”. Por el contrario, el secretario de Estado del Ministerio de Defensa responsable de las Fuerzas Armadas, Nick Harvey, aseguró que este país dispone de los refuerzos necesarios para llevar a cabo las operaciones que sean precisas.

Obama en problemas

Esta intervención justamente le generó bastantes problemas al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien esta semana se enfrentó en el Congreso con varios legisladores que le reprocharon no haber pedido autorización para la intervención. Por primera vez desde el inicio de los bombardeos en marzo, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, amenazó con bloquear la financiación de la misión dirigida contra el régimen del coronel Muamar Gadafi.

“El Congreso tiene la sartén por el mango”, recordó. Según “The New York Times”, la Casa Blanca ignoró las opiniones de dos abogados de su administración, que estimaron que la intervención en Libia debía ser autorizada por el Congreso, como exige una ley de 1973 sobre “poderes de guerra”, que limita las prerrogativas del presidente en caso de operaciones militares en el extranjero.

Otán cuestionada

La misión en Libia ha sido un poco desafortunada para la OTAN también. Durante tres meses han anunciado en varias oportunidades que “han atacado con precisión las fuerzas del régimen de Gadafi y la capacidad de sus fuerzas ha sido destruída”. Sin embargo, Gadafi sigue en el poder y los ataques contra la población civil, principal objetivo de la intervención militar, continúan.

De hecho, la Alianza Atlántica tuvo que reconocer que en dos ataques errados mataron a nueve personas de una misma familia. “La OTAN lamenta la pérdida de vidas de civiles inocentes”, aseguró el teniente general Charles Bouchard. La Alianza reconoció también que atacó accidentalmente una columna de vehículos rebeldes en la región de Brega (este) el 16 de junio.

Bajo mandato de la ONU, la coalición internacional inició una intervención aérea el 19 de marzo en Libia para proteger a los civiles de la represión del régimen de Muamar Gadafi contra un movimiento opositor sin precedentes. El 31 de marzo, la OTAN tomó el mando de las operaciones.


Redacción Internacional Elespectador.com

¿Cuándo volverá Chávez?

La salud del presidente venezolano, Hugo Chávez, ha generado un capítulo nuevo en la historia del pólemico mandatario. Del sonado programa ‘Aló Presidente’ y sus trinos en su cuenta @ChavezCandanga, se pasó a un silencio oficial con tintes de rumor y contradicción.

Y es que Chávez no pisa Venezuela desde el 5 de junio, lleva doce días recuperándose en Cuba de una operación de urgencia por un absceso pélvico, según la versión oficial. Pero el presidente se manifiesta a través de decretos y resoluciones.

El pasado 20 de junio, el diputado chavista Saúl Ortega aseguró que el mandatario llegaría en las "próximas horas". Su declaración fue desmentida por el ministro de Comunicación, Andrés Izarras, quien a través de su cuenta de Twitter expresó que era falso lo dicho por Ortega: “@chavezcandanga aún en recuperación. Acompañémoslo con nuestro amor y solidaridad".

Según especulaciones de medios venezolanos, el mandatario debió ser operado por una enfermedad grave, debido a que los tiempos de hospitalización no coinciden con los diagnósticos presentados públicamente. Otros, más audaces, creen que Chávez se sometió a una liposucción que no salió bien.

Por ahora, funcionarios del gobierno hablan sin precisar informaciones. Este miércoles, el vicepresidente venezolano, Elías Jaua, aseguró que el presidente “está trabajando mucho para nuestro pueblo” al informar de varias partidas presupuestarias aprobadas por el mandatario desde La Habana en las últimas horas.

El vicepresidente precisó que Chávez le dio instrucciones con relación a la crisis carcelaria que vive el país y ordenó la conformación de un equipo de trabajo que erradique las mafias que se han apoderado de la administración de los penales.

Por su parte, el ministro de Comunicación volvió a reiterar que “el presidente se está recuperando bien".

Vale recordar que el 15 de junio pasado la Asamblea Nacional (AN), de mayoría oficialista, ratificó la autorización solicitada por Chávez para ausentarse del país mientras requiriera reposo para recuperarse de la operación. La bancada opositora rechazó esta medida, por considerar "inconstitucional" que Chávez gobierne desde Cuba ya que, dada su "ausencia temporal", en su lugar debería asumir temporalmente el poder el vicepresidente Jaua.

Y es que diputados independientes como María Corina Machado califican de "bochornoso" e "inconstitucional" que Chávez gobierne el país desde la isla.

"El presidente de la República tiene que decirnos si está o no capacitado para gobernar el país. Si está capacitado, tiene que volver, si no está capacitado, pues entonces se trata de una falta temporal y por lo tanto debe asumir la presidencia el vicepresidente (Elías) Jaua", insiste.

La polémica crece cada día. Este miércoles, la embajada de Venezuela en Ecuador rechazó mediante un comunicado algunas declaraciones de medios de prensa venezolanos sobre la salud del presidente y afirmó “que se encuentra en franco proceso de recuperación”.

"El presidente Chávez, como todo el mundo sabe, fue sometido a una operación quirúrgica en Cuba y se encuentra en franco proceso de recuperación. Afortunadamente es satisfactoria", subraya el comunicado.

Ante la discusión, Chávez asegura que se encuentra "en plenas facultades" para ejercer el Gobierno.

¿Qué dicen los analistas?

Marta Márquez, directora de la Maestría de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Javeriana, considera que el polémico episodio de Chávez ratifica que el presidente “es el centro de la arena política tanto para la oposición como para el chavismo”.

“La omnipresencia es un poder derivado de su imagen y es que quien toma las decisiones es Chávez. La institucionalidad no funciona y no hay veracidad en los canales”, explica.

La analista cree que los problemas de salud del mandatario no son una forma de retiro para afrontar las crisis de energía y carcelaria que sacuden a Venezuela en las últimas semanas: “Chávez es un presidente confrontativo. No creo que exista una estrategia de por medio ya que no ocurre en un momento fuerte de elecciones”.

Según Márquez, aunque el presidente debe delegar al vicepresidente y anunciar con antelación la fecha de regreso, esta actitud no sería propia de su personalidad: “El estilo de Chávez es centralizar el poder. Es un político omnipresente”.

La docente explica que en Venezuela funciona un régimen de corte personalista y paternalista que permite que en casos como este se le permita “seguir presente así esté ausente”.

En conclusión, varios expertos coinciden en que cualquier decisión en Venezuela confluye en Chávez. “Es la cabeza del Estado y del partido. Se registra en las noticias de televisión así no aparezca. Definitivamente, su personalismo sigue funcionando”, reitera Márquez.

Por ahora, algunas agencias de noticias afirman que el regreso del mandatario podría ser el 5 de julio. Ese día se celebra un año más de la declaración de independencia y en Caracas se tiene prevista una cumbre hemisférica de la Comunidad de Estados Latinoamericanos.

¿En qué consiste la dolencia?

Según fuentes médicas consultadas por BBCMundo, un absceso pélvico es una infección que se caracteriza por la acumulación de pus en la pelvis o el bajo abdomen y que puede haber sido causada por un golpe, quemadura o por una complicación tras una operación quirúrgica. El término 'absceso pélvico' es amplio. No indica la gravedad ni la zona específica en que se produce la infección.

El cirujano venezolano Alejandro Osuna le explicó a ese medio que con la información que ha trascendido es difícil valorar la seriedad de la enfermedad: "hay abscesos pélvicos superficiales, menos graves, que se presentan en forma de forúnculos en el vello púbico, y otros más preocupantes, que afectan órganos internos".

Los médicos recomiendan que el absceso sea tratado de inmediato porque de lo contrario la infección puede extenderse a otras zonas del cuerpo. En el peor de los casos, el absceso pélvico que no es operado a tiempo puede causar la muerte.

De acuerdo con lo consultado por BBCMundo, tras la operación es necesario un período de observación. De nuevo, su duración depende de cada caso. Según Osuna, puede llegar hasta las dos semanas en los casos más graves. Así mismo, dependiendo del lugar de la infección, algunos pacientes pueden volver a caminar tras salir de quirófano y otros no lo hacen hasta que transcurren varios días.

Tres datos clave de un absceso pélvico

¿Qué es?

Un absceso pélvico es una acumulación o colección de pus en la pelvis, un área del cuerpo que agrupa varios órganos.

¿Por qué se produce?

Un absceso pélvico tiene múltiples orígenes, los más frecuentes son; un divertículo perforado; una apendicitis que se perfore; una perforación debido a un cuerpo extraño (por ejemplo una espina de pescado); y cáncer de colon.

¿Qué tratamientos existen?

Todos los abscesos pélvicos tienen indicación de drenaje, ya sea por un proceso quirúrgico abierto, laparoscopia o técnicas de radiología intervencionista. La recuperación, en promedio, a estos tratamientos va de dos a cuatro semanas dependiendo del procedimiento.


Condenan al Estado colombiano a resarcir familias por asesinato de cinco personas

Un alto tribunal dictó una condena contra el Estado colombiano que lo obliga a pagar más de 136 millones de pesos como resarcimiento a las familias de cinco personas que fueron asesinadas por la policía en 1994, según informó este miércoles.

El Consejo de Estado, uno de los cuatro altos tribunales judiciales del país, informó sobre la condena a través de su oficina de prensa.

De acuerdo con ese órgano, el hecho ocurrió "dentro de una de las mal llamadas 'operaciones de limpieza social''', o asesinatos selectivos contra ladrones, prostitutas y drogadictos.

Agregó que diez hombres enmascarados ingresaron en abril de 1994 a una vivienda en una empobrecida barriada de la ciudad de Cali, en el suroeste del país, y se llevaron en una camioneta a siete personas a las que propinaron balazos.

Pero dos de las personas retenidas por el grupo de encapuchados lograron sobrevivir al ataque y reconocieron a uno de los agresores que no había cubierto su rostro y que resultó ser el policía Libardo Carlosama, según el Consejo.

Carlosama fue investigado y condenado a 50 años de prisión por las autoridades penales, agregó el Consejo, que es el encargado de dirimir las demandas administrativas de los particulares ante el Estado.

Según testigos, las víctimas fueron asesinadas porque se encontraban consumiendo droga en una vivienda que había sido identificada con anterioridad por agentes de la Quinta Estación de Policía como el lugar donde se reunían personas catalogadas como "viciosas".

El magistrado Enrique Gil Botero, autor de la sentencia del Consejo, señaló que "de lo que dan cuenta los autos es de la ejecución de varios ciudadanos en una de esas mal llamadas labores de 'limpieza social', que no pueden ser sino catalogadas como una vergüenza nacional, no sólo frente al mundo sino ante el tribunal de la razón y la civilidad por más deteriorada que se encuentre en un momento histórico dado".

De acuerdo con testigos de los hechos, "las víctimas fueron asesinadas porque se encontraban consumiendo droga en una vivienda que había sido identificada con anterioridad por agentes de la policía como el lugar donde se reunían personas catalogadas como viciosas" o drogadictas, dice el Consejo.

La Contaduría General de la Nación, encargada entre otras cosas de llevar los balances del país, indica que sólo en el año 2010 sobre el Estado colombiano pesaban demandas administrativas por 848.911 millones de pesos o unos 417 millones de dólares, en acciones que el gobierno ha lamentado por los perjuicios que causa a las arcas nacionales.



¿Por qué no pasará nada en el proceso contra Uribe en la Comisión de Acusaciones?

La investigación contra el expresidente Álvaro Uribe por su presunta participación en las interceptaciones y seguimientos ilegales del DAS no va para ninguna parte en la Comisión de Acusaciones.

“No pasará nada”, esa es la conclusión a la que llegan analistas políticos y jurídicos consultados por Semana.com.

Al finalizar la semana pasada, el exmandatario asistió a la Comisión de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes para rendir su versión libre. Esa diligencia hace parte de las garantías procesales que tiene un investigado. No obstante, fue el exmandatario quien pidió que escucharan su testimonio, después de que la fiscal Viviane Morales expuso en qué consistió el “complot” contra la Corte Suprema de Justicia y del cual no sale bien librado su gobierno. Al final, Uribe no pudo hablar, pues la parte civil recusó a algunos representantes y la versión terminó convertida en un show mediático, como lo calificaron varios columnistas.

Son al menos cuatro las razones por las que el proceso está condenado a fracasar, incluso, desde antes de que se abriera. Primero, porque la historia de los procesos ha sentado malos precedentes; segundo, porque los integrantes de la Comisión de Acusaciones no están a la altura de las circunstancias; tercero, porque el diseño institucional está entrabado para hacer justicia en esos casos, y cuarto, porque la naturaleza del proceso es eminentemente política.

Los antecedentes

Para el politólogo y profesor de la Universidad del ValleJavier Duque, “en general, esa comisión ha sido inoperante y quienes están encargados de las investigaciones, tras sucesivas renuncias, han sido cuestionados”, dijo.

En el mismo sentido, el exfiscal Alfonso Gómez Méndez indicó: “Convertir a los congresistas en jueces, cuando no tienen formación ni dedicación, ni actitud de jueces, ha demostrado en la historia de Colombia que no tiene consecuencias reales”.

Y es que ninguna de las denuncias que se han hecho allí ha concluido en un fallo condenatorio. Las pocas que se han investigado de manera juiciosa han terminado en preclusión, absolución o con fallo inhibitorio. Por eso, con ironía, hay quienes la llaman la "Comisión de Absoluciones".

El caso más sonado de los últimos años fue el fallo inhibitorio que dictó, cuando Heyne Mogollón presidía la Comisión, en la investigación contra el entonces presidente Ernesto Samper, durante el proceso 8.000. Han pasado 17 años desde ese proceso y, sin embargo, la posibilidad de que algún día una de las investigaciones de esa comisión llegue a buen puerto es remota.

No obstante, el presidente de la comisión, Héctor Javier Vergara, defendió el papel que ha jugado la célula legislativa. “En esta legislatura, pese a sus problemas estructurales y técnicos, se aprecia la voluntad de ejercer con diligencia la función judicial”, dijo.

Para Vergara, la comisión ha “desempolvado” algunos procesos, cumplido con los términos del caso de Uribe y garantizado el debido proceso.

Los integrantes

A diferencia de otros países donde las comisiones de investigación del Congreso son técnicas y cuentan con preparación, los integrantes de la Comisión de Acusaciones en Colombia no tienen como requisito ser abogado.

Además, la actual Comisión de Acusaciones está integrada por 15 representantes: cinco del Partido de La U, tres conservadores, dos de Cambio Radical, uno del PIN, uno de las negritudes (exmiembro del PIN) y tres liberales. Es decir, la mayoría pertenece a los partidos que integraron la coalición uribista en el pasado.

Y, como lo recordó Duque, la imparcialidad de sus miembros está en entredicho no solo por cuenta de su filiación política, sino por sus opiniones personales.

Por ejemplo, el representante Augusto Posada, del Partido de la U, tuvo que marginarse del proceso pues fue recusado por la exsenadora Piedad Córdoba (parte civil en el proceso). Posada había demandado a Córdoba por traición a la patria, además es conocida su cercanía con el exmandatario. Y Alfredo Bocanegra, también de La U, declinó tras ser recusado por el abogado de Uribe, Jaime Lombana, por haber opinado que “Uribe no iba a tener en él al Heyne Mogollón que tuvo Samper”, haciendo referencia a quien supuestamente contribuyó a la exoneración del expresidente liberal.

A esto se suma el hecho de que el representante de Cambio Radical designado investigador, Camilo Andrés Gil, tuvo que renunciar por amenazas en su contra, y que congresistas como Yahir Acuña, el nuevo investigador de Uribe, tienen una investigación por parapolítica, entre otros cuestionamientos.
Ver: http://www.semana.com/politica/sombras-persiguen-nuevo-investigador-uribe/157882-3.aspx

No obstante, Vergara considera que “la comisión merece la posibilidad de que se le quite ese estima histórico. La gente puede esperar un proceso transparente y legítimo”. El presidente de la Comisión de Acusaciones hizo énfasis en el hecho de que los tres investigadores no pertenecen a partidos de la "Unidad Nacional”.

El diseño institucional

La Comisión de Acusaciones tiene la función de investigar al presidente de la República, al fiscal y a los magistrados de las altas cortes. La Cámara en pleno decide si acepta o no la acusación, en caso de que una investigación en esta comisión prospere. El Senado, finalmente decide si sanciona o no al acusado.

“Nosotros tenemos presidente sin responsabilidad no porque sea irresponsable, sino porque no tiene ante quién responder. Y también tenemos magistrados de las máximas cortes no responsables porque el Congreso no funciona como controlador político de esos funcionarios”, explicó el constitucionalista Juan Manuel Charry.

En su criterio, el hecho de que la Constitución de 1991 haya imbricado las funciones de control, pues la Corte Suprema de Justicia juzga a los congresistas y los representantes juzgan a los magistrados, fue un desacierto en el diseño institucional que deriva en la politización de la justicia.

A esto se suma el hecho de que la figura presidencial sea tan fuerte en un régimen presidencialista, lo cual hace que el Congreso esté a su servicio, “a cambio de favores”, cuando este goza de popularidad.

Para el constitucionalista Jaime Castro, el Congreso, que es político, no debe tener funciones judiciales. “El Congreso no debe ejercer funciones judiciales. Eso de que el Congreso juzgue a los altos dignatarios fue válido en el siglo XIX, pero hoy no”, dijo.

Por esta razón, así la Comisión de Acusaciones sea reforzada con investigadores técnicos y recursos para investigar —que es lo que han reclamado algunos congresistas para fortalecer el organismo—, en su criterio, no hay garantía del cumplimiento de su deber.

Es un proceso político

Hay quienes consideran que el proceso contra el expresidente Uribe es eminentemente político, no judicial. Por ejemplo, el exfiscal Gómez considera que esa razón es la que condena al fracaso el proceso porque los congresistas asumen una posición de acuerdo a su filiación política, no a sus conocimientos jurídicos.

En el caso de Samper, recuerda Gómez Méndez, quienes pertenecían a la oposición estaban en su contra, y quienes lo apoyaron, a su favor. “Lo mismo ocurrió en el caso de Rojas Pinilla, quien fue el único caso de sanción en el Congreso. Los dirigentes del Frente Nacional, que eran sus enemigos, lo condenaron porque hicieron una mayoría”.

“Los congresistas no pueden asumir papel de jueces”, dice Duque. En su criterio, se debería crear un tribunal con magistrados con segunda instancia que se encargue de juzgar al Presidente, a los magistrados y otros altos dignatarios”.

Gómez ha sugerido que una reforma a la justicia debe considerar la posibilidad de que al presidente lo investigue el fiscal general de la Nación o un fiscal especial, y que una Corte ad honorem lo juzgue. “La decisión de abrir o no una investigación podría pasar por el Congreso, pero no el proceso”, agregó.

Por su parte, Charry considera que un juicio contra un presidente siempre será político. Para él, la creación de un tribunal superior para juzgar al presidente podría terminar en un golpe de Estado. El constitucionalista considera que el problema es que el Congreso colombiano ha sido débil y la política se ha visto disminuida gracias al clientelismo, mientras en otros países el sistema de control político ha funcionado.

“En Colombia hemos desprestigiado la política a favor de la figura presidencial. La hemos desprestigiado patrocinando la antipolítica. Y el sistema ha quedado en manos de congresistas que reciben votos y pagan favores”, argumenta.

En su análisis Uribe ante la Comisión de Acusaciones, el director deRazonpublica.com, Hernando Gómez Buendía, argumentó varias razones por las cuales considera que el proceso contra el exmandatario “será una farsa”.

“En el caso remoto de pasar a plenaria de la Cámara, o el todavía más lejano de llegar al Senado, el show sería cada vez más sofisticado y las presiones subterráneas que sabemos se irían volviendo más y más titánicas”, aduce. En el fondo, su argumento se refiere a como funciona la política colombiana.

Desde la otra orilla, el exrepresentante Nicolás Uribe argumenta que hay un sector interesado en que la investigación en la Comisión de Acusaciones fracase. “Eso es lo que algunos, con entusiasmo, quieren que suceda. Ellos quieren convertir eso en un proceso inocuo para decir que no hubo justicia y llevar el caso a instancias internacionales. Pero dígame: ¿qué proceso tiene el expresidente por delitos de lesa humanidad? Es obvio que hay un grupo de personas que están interesadas en judicializar sus logros”.

¿Qué va a pasar?

En caso de que la investigación no arroje resultados convincentes ni a favor ni en contra del exmandatario, para Charry, “se abre la posibilidad de que las víctimas acudan a la justicia internacional”.

El abogado explica que las víctimas podrían acudir eventualmente ante la CIDH o la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y se podría abrir un proceso por responsabilidad del Estado, y, excepcionalmente, otro ante la Corte Penal Internacional (CPI), por la responsabilidad individual del exmandatario.

No obstante, las instancias internacionales solo actúan en caso de que quede demostrada la inoperancia de la justicia en Colombia. Además, instancias como la CPI reciben casos por delitos de lesa humanidad, y el espionaje ilegal puede ser tipificado como una violación a los derechos humanos, pero difícilmente cabe en esa categoría.

Por esta razón, Castro considera que un proceso ante instancias internacionales no prosperará, porque “formalmente, aunque sea una caricatura, el Estado habrá actuado. Además, los delitos no son de lesa humanidad”.

¿Uribe pierde?

“Uribe pierde, pues ya está recibiendo la sanción de la opinión, que es política”, argumenta Duque. En su criterio, pese a que este proceso demostrará una vez más la debilidad de la comisión, la opinión pública terminará pasándole la cuenta de cobro a Uribe.

“De un lado, porque lo investiga una comisión desprestigiada y al final va a quedar la estela en la opinión de que no se dio un proceso real de acusación. Y de otro, porque se viene una fuerte campaña internacional en su contra, que ya comenzó a actuar”, dijo Duque.

El politólogo se refiere a tres hechos: al exmandatario no le renovaron el contrato en la Universidad de Georgetown (EE.UU,), donde fue duramente criticado por grupos defensores de derechos humanos; tuvo que renunciar a dictar clase Escuela Nacional de Ingenieros de Metz por las protestas de grupos de izquierda, y en no pocos países a los que ha viajado ha sido recibido por manifestaciones sociales en su contra, a pesar de que es bien recibido por las delegaciones oficiales.

No así lo cree el excongresista Uribe, para quien el expresidente es una figura internacional importante. “No solo por las invitaciones que recibe a foros prestigiosos y de las más importante audiencia, sino por las ofertas económicas que le hacen por expresar sus ideas”, dijo.

En su criterio, las protestas “son de la misma gente que sale a protestar en contra del G8 o en la visita del presidente de Estados Unidos a cualquier país, personas alineadas con la izquierda y, en muchos casos, simpatizantes de la guerrilla”.

Sin embargo, de un proceso político, en una instancia política en la cual los argumentos que se exhiben a favor y en contra pasan por ese tamiz, no se puede esperar una justicia imparcial. El problema es que está en juego la imagen de las instituciones colombianas y la del propio Uribe.

Por César Paredes, periodista de Semana.com