El propio Alan Woods atrajo la atención por haber publicado varios artículos poco antes y después de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre pasado, relativos al presente y el futuro del proceso liderado por el presidente Hugo Chávez.
En el último de ellos, titulado "¿A dónde va la revolución bolivariana?" y difundido a finales del mes de octubre, produjo un interés particular por formularle una recomendación básica al gobierno venezolano: profundizar y acelerar. O radicalizar, como resumen algunos. Esto incluye seguir adelante con la política de expropiaciones "a la oligarquía": "no es en absoluto necesario nacionalizar las empresas pequeñas, pero es muy necesario nacionalizar los grandes bancos y monopolios", dice el documento.
También aconseja "crear un banco estatal único", seguir un modelo de "economía planificada y nacionalizada" de la extinta Unión Soviética (que alaba por haber demostrado "éxito colosal") y hacer caso omiso de los "reformistas" o moderados que piden aflojar el paso o dar cabida a una "burguesía progresista". Acogida
El presidente Hugo Chávez pareció haber dado acogida a estas ideas, cuando anunció, poco después de las elecciones –en las que el oficialismo no obtuvo el número de parlamentarios que esperaba– que el camino a seguir era, precisamente, uno de radicalización.
"Necesitamos un gobierno mucho más radicalmente a la izquierda, una Fuerza Armada mucho más radicalmente revolucionaria junto al pueblo, no debe haber cabida en nuestras filas para las medias tintas", ratificó en un discurso el 23 de noviembre.
Además, las semanas siguientes a los comicios, Chávez anunció una serie de expropiaciones (lubricantes Venoco, siderúrgica Sidetur, fabrica de vidrios Owens-Illinois, edificios en construcción) que dieron la impresión de confirmar doblemente la nueva dirección.
Woods fue presentado entonces en la prensa local como el "nuevo asesor" del mandatario venezolano. Ya en marzo, el conocido editor y dirigente político Teodoro Petkoff lo había mencionado como el más reciente de una lista de asesores, casi todos de poca monta intelectual, y casi todos ahora distanciados de la llamada "revolución".
"Woods forma parte de ese puñado de náufragos que dejó el derrumbe de la URSS; unas ánimas solas, que andan buscando patrocinador para seguir pontificando sobre el 'marxismo-leninismo' y la 'revolución' desde sus púlpitos polvorientos y cruzados de telerañas", señaló entonces Petkoff. "Fraseología"
Varios politólogos de tendencia crítica consultados por BBC Mundo dijeron conocer poco de la trayectoria de Alan Woods y lo inscribieron, como Petkoff, en una "colección" de consejeros presidenciales de poco impacto en el largo plazo.
"El Presidente debe ser un cliente bastante difícil (…) La cadena de nombres conocidos es larga; pero desconocidos, hay muchos", señaló el analista John Magdaleno.
Para el exguerrillero Gabriel Puerta Aponte, esto demuestra que "no hay ningún rumbo definido", sino una "habladera de tonterías que no marca ningún camino".
El trostkismo (que profesa Woods) en Venezuela no tiene ningún asidero. Se habla de revolución permanente y cosas por el estilo, es eso que tiene él (Chávez) de decir frases, que no tienen ningún contenido. Es pura fraseología revolucionaria", señaló.
Desde la óptica cercana al llamado "proceso", el politólogo Nicmer Evans tiene otras apreciaciones. En cuanto a Woods propiamente, le señaló a BBC Mundo que es uno de quienes han intentado acercarse y conocer la realidad venezolana. Es, dice, una "voz autorizada", que tiene una "visión interesante", pero cuyas ideas constituyen más "una reflexión de tipo teórico que tiene poca viabilidad en la realidad venezolana".
Cabe destacar que, según evidencian declaraciones de diferentes personeros del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, unos y otros dentro de la organización comulgan con visiones de matices más o menos acentuados, y no siempre coincidentes.
En cuanto a por qué parecen haber sido tantas las "voces autorizadas" en el pasado, Evans afirmó que el presidente venezolano se apoya y consulta muchas de ellas, "pero sus asesorías directas sólo él las sabe".
"No quiero endiosarlo ni mucho menos, sino expresar que él (Chávez) es el hombre que ha tenido la capacidad de comprender la demanda del pueblo venezolano, de la mayoría, y ha sabido medirle el pulso a la realidad política venezolana. En este sentido, no hay asesoramiento", agrega.
¿Asesor o no asesor?
Evans agrega que si Woods fuera el "principal consejero" de Chávez, como dicen algunos, no habría hecho públicas sus observaciones en documentos públicos, sino directamente al mandatario, en privado.
El filósofo en persona se ha encargado de refutar su supuesta condición de asesor directo, primero en respuesta al artículo de Teodoro Petkoff y más recientemente a través de una entrevista concedida al periódico oficialista Correo del Orinoco.
"Muchos medios en Venezuela (…) han armado mucho ruido acerca de la afirmación de que yo supuestamente soy el asesor nada menos que del presidente Chávez y además el principal ideólogo del Partido Socialista Unido de Venezuela, algo que es una sorpresa para mí", dice en la entrevista.
"Soy un analista político marxista que es firme defensor del presidente Chávez y de la revolución bolivariana", añadió, según la página web de esta publicación. En este sentido, cercano al ojo del huracán de la política venezolana. Al menos, de momento.
Algunos asesores de Chávez:
•Norberto Ceresole: sociólogo y analista argentino, fallecido en el 2003. Se dice que le dio a Chávez la idea de la unión entre el caudillo, el Ejército y el pueblo. Terminó afirmando que la revolución estaba destinada al fracaso.
•Marta Harnecker: socióloga chilena. Abogó por la organización comunitaria y la idea de las cooperativas, hoy día en desuso en Venezuela (en favor de modelos productivos de propiedad social). Un artículo de este año en una revista de la estatal petrolera PDVSA la acusa de "arremeter contra el proceso" y proponer "una ideología del bien material que desprecia la moral revolucionaria".
•Heinz Dieterich: sociólogo alemán a quien se atribuye la expresión "socialismo del siglo XXI". Hoy critica la "revolución bolivariana", que dice colapsará. Oficialistas lo califican de "reaccionario".
•Istvan Meszaros: filósofo marxista de origen húngaro. Se considera que el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, es entusiasta de sus ideas, por lo cual vuelve a la palestra del debate nacional cuando éste regresa al Gabinete (del que ha salido y entrado en varias oportunidades).
En el último de ellos, titulado "¿A dónde va la revolución bolivariana?" y difundido a finales del mes de octubre, produjo un interés particular por formularle una recomendación básica al gobierno venezolano: profundizar y acelerar. O radicalizar, como resumen algunos. Esto incluye seguir adelante con la política de expropiaciones "a la oligarquía": "no es en absoluto necesario nacionalizar las empresas pequeñas, pero es muy necesario nacionalizar los grandes bancos y monopolios", dice el documento.
También aconseja "crear un banco estatal único", seguir un modelo de "economía planificada y nacionalizada" de la extinta Unión Soviética (que alaba por haber demostrado "éxito colosal") y hacer caso omiso de los "reformistas" o moderados que piden aflojar el paso o dar cabida a una "burguesía progresista". Acogida
El presidente Hugo Chávez pareció haber dado acogida a estas ideas, cuando anunció, poco después de las elecciones –en las que el oficialismo no obtuvo el número de parlamentarios que esperaba– que el camino a seguir era, precisamente, uno de radicalización.
"Necesitamos un gobierno mucho más radicalmente a la izquierda, una Fuerza Armada mucho más radicalmente revolucionaria junto al pueblo, no debe haber cabida en nuestras filas para las medias tintas", ratificó en un discurso el 23 de noviembre.
Además, las semanas siguientes a los comicios, Chávez anunció una serie de expropiaciones (lubricantes Venoco, siderúrgica Sidetur, fabrica de vidrios Owens-Illinois, edificios en construcción) que dieron la impresión de confirmar doblemente la nueva dirección.
Woods fue presentado entonces en la prensa local como el "nuevo asesor" del mandatario venezolano. Ya en marzo, el conocido editor y dirigente político Teodoro Petkoff lo había mencionado como el más reciente de una lista de asesores, casi todos de poca monta intelectual, y casi todos ahora distanciados de la llamada "revolución".
"Woods forma parte de ese puñado de náufragos que dejó el derrumbe de la URSS; unas ánimas solas, que andan buscando patrocinador para seguir pontificando sobre el 'marxismo-leninismo' y la 'revolución' desde sus púlpitos polvorientos y cruzados de telerañas", señaló entonces Petkoff. "Fraseología"
Varios politólogos de tendencia crítica consultados por BBC Mundo dijeron conocer poco de la trayectoria de Alan Woods y lo inscribieron, como Petkoff, en una "colección" de consejeros presidenciales de poco impacto en el largo plazo.
"El Presidente debe ser un cliente bastante difícil (…) La cadena de nombres conocidos es larga; pero desconocidos, hay muchos", señaló el analista John Magdaleno.
Para el exguerrillero Gabriel Puerta Aponte, esto demuestra que "no hay ningún rumbo definido", sino una "habladera de tonterías que no marca ningún camino".
El trostkismo (que profesa Woods) en Venezuela no tiene ningún asidero. Se habla de revolución permanente y cosas por el estilo, es eso que tiene él (Chávez) de decir frases, que no tienen ningún contenido. Es pura fraseología revolucionaria", señaló.
Desde la óptica cercana al llamado "proceso", el politólogo Nicmer Evans tiene otras apreciaciones. En cuanto a Woods propiamente, le señaló a BBC Mundo que es uno de quienes han intentado acercarse y conocer la realidad venezolana. Es, dice, una "voz autorizada", que tiene una "visión interesante", pero cuyas ideas constituyen más "una reflexión de tipo teórico que tiene poca viabilidad en la realidad venezolana".
Cabe destacar que, según evidencian declaraciones de diferentes personeros del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, unos y otros dentro de la organización comulgan con visiones de matices más o menos acentuados, y no siempre coincidentes.
En cuanto a por qué parecen haber sido tantas las "voces autorizadas" en el pasado, Evans afirmó que el presidente venezolano se apoya y consulta muchas de ellas, "pero sus asesorías directas sólo él las sabe".
"No quiero endiosarlo ni mucho menos, sino expresar que él (Chávez) es el hombre que ha tenido la capacidad de comprender la demanda del pueblo venezolano, de la mayoría, y ha sabido medirle el pulso a la realidad política venezolana. En este sentido, no hay asesoramiento", agrega.
¿Asesor o no asesor?
Evans agrega que si Woods fuera el "principal consejero" de Chávez, como dicen algunos, no habría hecho públicas sus observaciones en documentos públicos, sino directamente al mandatario, en privado.
El filósofo en persona se ha encargado de refutar su supuesta condición de asesor directo, primero en respuesta al artículo de Teodoro Petkoff y más recientemente a través de una entrevista concedida al periódico oficialista Correo del Orinoco.
"Muchos medios en Venezuela (…) han armado mucho ruido acerca de la afirmación de que yo supuestamente soy el asesor nada menos que del presidente Chávez y además el principal ideólogo del Partido Socialista Unido de Venezuela, algo que es una sorpresa para mí", dice en la entrevista.
"Soy un analista político marxista que es firme defensor del presidente Chávez y de la revolución bolivariana", añadió, según la página web de esta publicación. En este sentido, cercano al ojo del huracán de la política venezolana. Al menos, de momento.
Algunos asesores de Chávez:
•Norberto Ceresole: sociólogo y analista argentino, fallecido en el 2003. Se dice que le dio a Chávez la idea de la unión entre el caudillo, el Ejército y el pueblo. Terminó afirmando que la revolución estaba destinada al fracaso.
•Marta Harnecker: socióloga chilena. Abogó por la organización comunitaria y la idea de las cooperativas, hoy día en desuso en Venezuela (en favor de modelos productivos de propiedad social). Un artículo de este año en una revista de la estatal petrolera PDVSA la acusa de "arremeter contra el proceso" y proponer "una ideología del bien material que desprecia la moral revolucionaria".
•Heinz Dieterich: sociólogo alemán a quien se atribuye la expresión "socialismo del siglo XXI". Hoy critica la "revolución bolivariana", que dice colapsará. Oficialistas lo califican de "reaccionario".
•Istvan Meszaros: filósofo marxista de origen húngaro. Se considera que el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, es entusiasta de sus ideas, por lo cual vuelve a la palestra del debate nacional cuando éste regresa al Gabinete (del que ha salido y entrado en varias oportunidades).
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