La mala opinión que tenía la embajada de Estados Unidos del Presidente Sebastián Piñera cuando éste era candidato, quedó al descubierto este lunes luego que el diario español El País diera a conocer el contenido de tres cables diplomáticos filtrados por Wikileaks.
“Hombre de negocios competitivo y político que tiende a tomar riesgos, Piñera ha estado vinculado en el pasado a un número de cuestionables acciones sobre sus negocios, pero los votantes parecen relativamente desinteresados por estas acusaciones”, sostiene uno de los informes emitido en septiembre de 2009 y que se atribuye a Carol Urban, por entonces la número dos de la legación estadounidense.
La diplomática alude a la acusación por uso de información privilegiada que hizo el senador DC Eduardo Frei contra Piñera durante un debate presidencial realizado por esos días, oportunidad en la que citó un informe de Transparencia Internacional (TI) que indicaba que en julio de 2006, cuando Piñera era uno de los propietarios de LAN, compró tres millones de acciones varias horas después de recibir un informe financiero de la compañía que no había sido publicado.
Otra vez la “prensa conservadora”
Pero lo que llamó la atención de la embajada es que Piñera salió airoso de la acusación, pese a que en su momento debió pagar una multa de 700.000 dólares tras ser acusado de “abuso de información privilegiada”. Esto luego que acusara a TI -se indica- de actuar por motivaciones políticas, gatillando la salida de uno de los miembros de la organización.
Y para explicar este giro se mencionan tres factores: un admirable equipo de campaña deseoso de pasar al ataque, la mediocre estrategia comunicativa de su oponente y la ayuda de la “prensa de Santiago, generalmente conservadora”.
Los préstamos del Banco de Talca a “falsas compañías”
El informe se refiere al período 1979-1980, cuando Piñera fue director del Banco de Talca. “Como muchos otros bancos de la época -y no muy diferente de la reciente crisis financiera de Estados Unidos- el Banco de Talca concedió muchos créditos arriesgados, que inicialmente generaban apreciables beneficios, pero finalmente llevaron a la bancarrota”.
“Sin embargo, Piñera y otros directivos del Talca fueron más allá de las típicas actuaciones inapropiadas de la época. Además de los créditos dudosos que aprobaron, también crearon docenas de falsas compañías, les concedieron créditos del banco y usaron esos fondos para comprar más acciones del banco”, agrega.
Y concluye que “tenaz y competitivo, Piñera maneja tanto sus negocios como su política hasta los límites de la ley y la ética. Algunas de sus acciones, como prestar dinero a empresas ficticias, parecen cruzar claramente la línea de la incorrección legal. Otras veces, sin embargo, parece más una víctima de las circunstancias, de la negligencia o de la inmensa vastedad de su fortuna”.
Críticas a Bachelet, actitud elitista y tibio anti pinochetismo
Otro cable también dan cuenta del encuentro de Piñera el 13 de marzo de 2008 con el entonces ex embajador de EE.UU. Paul Simons y su consejero Juan A. Alsace, oportunidad en la que el mandatario afirmó que Michelle Bachelet “es una buena mujer, pero mala presidenta”. El informe contextualiza que Piñera había sido derrotado en la elección presidencial de 2005 contra Bachelet por 54% contra el 46% de los votos.
En el informe diplomático se indica que Piñera consideraba que el sello de los gobierno de la Concertación era el de la “incompetencia y corrupción” pero advierte que “se queda corto a la hora de ofrecer soluciones”, respecto a las cuales no ahonda, quedándose sólo en vaguedades.
También destaca que “Piñera, que se graduó en Harvard, hizo ostentación de su lado elitista”, sostenía que parte del problema de la educación en Chile era que los siete principales responsables del Ministerio de Educación poseían una pobre formación y no sabían hablar inglés. Y de hecho afirmó que esos siete funcionarios se formaron en “escuelas mediocres”.
En su reporte, los diplomáticos consideraron que Sebastián Piñera tenía una tibia posición respecto al fallecido ex dictador Augusto Pinochet, aunque omitiendo el hecho que votó en su contra en el plebiscito de 1988.
De hecho destacaron que Piñera consideraba que la Concertación había hecho bien en continuar con la política económica de Pinochet y lo justificó con una frase que los diplomáticos citaron textualmente: “Uno no destruye las pirámides porque se hubieran perdido vidas al construirlas”.
“Esta actitud caballerosa hacia el abuso sobre los derechos humanos del régimen de Pinochet es uno de los talones de Aquiles del centro-derecha, una actitud que no casa bien con la mayoría de votantes de centro-izquierda”, indica.
La voltereta de los cables
Pero luego de ganar las elecciones en enero de 2010, otro cable redactado por Carol Urban definió a Piñera como un “anti-Pinochet centrista”.
Con su llegada al poder, los cables se moderaron. De hecho, el último que lo alude señala que “en el pasado forzó los límites de su política y sus negocios, pero ha movido sus ingentes inversiones para evitar conflictos de intereses”.
Y también destaca algunas virtudes, como el hecho de trabajar siete días de la semana y ser una persona “inteligente y decidida”.
“Quiere controlar cada detalle, desde el contenido de un discurso hasta la posición de las cámaras y las luces”, resalta. Y también se le retrata como un presidente de los que toman bien las riendas.
Y el diario El País concluye que “en el fondo, eso es lo que ocurrió nueve meses después con el rescate de los mineros: el presidente organizó el equipo de salvamento, probó la cápsula donde subirían los 33, y a punto estuvo de bajar él mismo a la mina”.
Cable de la Embajada de EE UU en Santiago sobre la actitud de Piñera ante Pinochet
Cable de la Embajada de EE UU en Santiago sobre los intereses privados de Piñera
Cable de la Embajada de EE UU en Santiago sobre Piñera
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2010/12/28/pinera-maneja-tanto-sus-negocios-como-su-politica-hasta-los-limites-de-la-ley-y-la-etica/
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“Hombre de negocios competitivo y político que tiende a tomar riesgos, Piñera ha estado vinculado en el pasado a un número de cuestionables acciones sobre sus negocios, pero los votantes parecen relativamente desinteresados por estas acusaciones”, sostiene uno de los informes emitido en septiembre de 2009 y que se atribuye a Carol Urban, por entonces la número dos de la legación estadounidense.
La diplomática alude a la acusación por uso de información privilegiada que hizo el senador DC Eduardo Frei contra Piñera durante un debate presidencial realizado por esos días, oportunidad en la que citó un informe de Transparencia Internacional (TI) que indicaba que en julio de 2006, cuando Piñera era uno de los propietarios de LAN, compró tres millones de acciones varias horas después de recibir un informe financiero de la compañía que no había sido publicado.
Otra vez la “prensa conservadora”
Pero lo que llamó la atención de la embajada es que Piñera salió airoso de la acusación, pese a que en su momento debió pagar una multa de 700.000 dólares tras ser acusado de “abuso de información privilegiada”. Esto luego que acusara a TI -se indica- de actuar por motivaciones políticas, gatillando la salida de uno de los miembros de la organización.
Y para explicar este giro se mencionan tres factores: un admirable equipo de campaña deseoso de pasar al ataque, la mediocre estrategia comunicativa de su oponente y la ayuda de la “prensa de Santiago, generalmente conservadora”.
Los préstamos del Banco de Talca a “falsas compañías”
El informe se refiere al período 1979-1980, cuando Piñera fue director del Banco de Talca. “Como muchos otros bancos de la época -y no muy diferente de la reciente crisis financiera de Estados Unidos- el Banco de Talca concedió muchos créditos arriesgados, que inicialmente generaban apreciables beneficios, pero finalmente llevaron a la bancarrota”.
“Sin embargo, Piñera y otros directivos del Talca fueron más allá de las típicas actuaciones inapropiadas de la época. Además de los créditos dudosos que aprobaron, también crearon docenas de falsas compañías, les concedieron créditos del banco y usaron esos fondos para comprar más acciones del banco”, agrega.
Y concluye que “tenaz y competitivo, Piñera maneja tanto sus negocios como su política hasta los límites de la ley y la ética. Algunas de sus acciones, como prestar dinero a empresas ficticias, parecen cruzar claramente la línea de la incorrección legal. Otras veces, sin embargo, parece más una víctima de las circunstancias, de la negligencia o de la inmensa vastedad de su fortuna”.
Críticas a Bachelet, actitud elitista y tibio anti pinochetismo
Otro cable también dan cuenta del encuentro de Piñera el 13 de marzo de 2008 con el entonces ex embajador de EE.UU. Paul Simons y su consejero Juan A. Alsace, oportunidad en la que el mandatario afirmó que Michelle Bachelet “es una buena mujer, pero mala presidenta”. El informe contextualiza que Piñera había sido derrotado en la elección presidencial de 2005 contra Bachelet por 54% contra el 46% de los votos.
En el informe diplomático se indica que Piñera consideraba que el sello de los gobierno de la Concertación era el de la “incompetencia y corrupción” pero advierte que “se queda corto a la hora de ofrecer soluciones”, respecto a las cuales no ahonda, quedándose sólo en vaguedades.
También destaca que “Piñera, que se graduó en Harvard, hizo ostentación de su lado elitista”, sostenía que parte del problema de la educación en Chile era que los siete principales responsables del Ministerio de Educación poseían una pobre formación y no sabían hablar inglés. Y de hecho afirmó que esos siete funcionarios se formaron en “escuelas mediocres”.
En su reporte, los diplomáticos consideraron que Sebastián Piñera tenía una tibia posición respecto al fallecido ex dictador Augusto Pinochet, aunque omitiendo el hecho que votó en su contra en el plebiscito de 1988.
De hecho destacaron que Piñera consideraba que la Concertación había hecho bien en continuar con la política económica de Pinochet y lo justificó con una frase que los diplomáticos citaron textualmente: “Uno no destruye las pirámides porque se hubieran perdido vidas al construirlas”.
“Esta actitud caballerosa hacia el abuso sobre los derechos humanos del régimen de Pinochet es uno de los talones de Aquiles del centro-derecha, una actitud que no casa bien con la mayoría de votantes de centro-izquierda”, indica.
La voltereta de los cables
Pero luego de ganar las elecciones en enero de 2010, otro cable redactado por Carol Urban definió a Piñera como un “anti-Pinochet centrista”.
Con su llegada al poder, los cables se moderaron. De hecho, el último que lo alude señala que “en el pasado forzó los límites de su política y sus negocios, pero ha movido sus ingentes inversiones para evitar conflictos de intereses”.
Y también destaca algunas virtudes, como el hecho de trabajar siete días de la semana y ser una persona “inteligente y decidida”.
“Quiere controlar cada detalle, desde el contenido de un discurso hasta la posición de las cámaras y las luces”, resalta. Y también se le retrata como un presidente de los que toman bien las riendas.
Y el diario El País concluye que “en el fondo, eso es lo que ocurrió nueve meses después con el rescate de los mineros: el presidente organizó el equipo de salvamento, probó la cápsula donde subirían los 33, y a punto estuvo de bajar él mismo a la mina”.
Cable de la Embajada de EE UU en Santiago sobre la actitud de Piñera ante Pinochet
Cable de la Embajada de EE UU en Santiago sobre los intereses privados de Piñera
Cable de la Embajada de EE UU en Santiago sobre Piñera
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2010/12/28/pinera-maneja-tanto-sus-negocios-como-su-politica-hasta-los-limites-de-la-ley-y-la-etica/
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