Según la revista Semana en su última edición “El peso político que conservan muchos de ellos les permite convertirse casi en intocables. “Si usted trata de hacer cumplir las reglas, el senador, el representante o el ex gobernador, simplemente llama al ministro o a un alto funcionario de la Casa de Nariño, quien a su vez llama al director del Inpec, que a su vez llama a la directora de la cárcel, que a su vez ordena a la guardia que deje hacer al interno lo que quiera”, porque de lo contrario, puede suceder lo que narra el medio de comunicación: “cuando revela por ejemplo, que al senador Juan Carlos Martínez, sí se le ponía algún problema, él llamaba a sus colegas del PIN en el Congreso, que son cerca de once. Ellos, a su vez, se comunicaban con un alto funcionario del Ministerio del Interior y le recordaban amablemente que la bancada podía oponerse o aprobar X o Y proyecto”, explica el funcionario entrevistado por el medio”, lo que quiere decir que si no más en la Cárcel la Picota, ubicada en la ciudad de Bogotá, es difícil poner en cintura a quienes han hecho del sistema de seguridad en las prisiones, una verdadera burla, mucho más difícil será, hacer cumplir las reglas a estos señores en materia de disciplina carcelaria, si se los llevan a sus departamentos y municipios de origen.
También es necesario tener en cuenta el grado de influencia que estos señores durante años han acumulado en sus regiones, poder que no ha disminuido, sino que por el contrario, se mantuvo y en algunos casos creció. Lo anterior se da tanto en lo electoral, como en lo público, por lo cual es necesario analizar la conveniencia de trasladar, por ejemplo a Álvaro García a una cárcel en el departamento de Sucre, donde es amo y señor y donde fácilmente tendrá acceso a toda decisión en materia de contratación pública y proselitismo electoral.
En estos momentos preocupa el grado de influencia que la parapolítica puede ejercer durante las campañas para cargos locales, hecho que claramente se dará y que la decisión de trasladarlos a sus departamentos ha de facilitar, porque a la postre más adelante harán las veces de palo en la rueda a las intenciones que en materia de reparación a víctimas del conflicto armado, desee adelantar el gobierno nacional en departamentos donde las autodefensas han hecho de las suyas.
Es bueno que el ministro del interior piense bien esta decisión, porque en lugar de hacerle bien al sistema carcelario y disciplinario, podría hacerles un gran favor a quienes se han hecho al poder local con métodos no muy sanos, para seguir gobernando en cuerpo ajeno para controlar las decisiones en materia administrativa a su favor.
Por La Corporación Nuevo Arco Iris
Publicado 02/10/2011
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