Según el representante a la Cámara Iván Cepeda Castro, el monumento en homenaje a los grupos paramilitares fue construido en Montería en 1999 y reposa frente a la sede de la Dijin.
Mediante un derecho de petición, Cepeda pidió al alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda García, que sea demolido, según consta en una nota publicada en el blog del representante.
“Bajo ninguna circunstancia deben existir homenajes públicos a grupos armados causantes de tanta violencia, muerte y dolor en el país. La existencia del Monumento a la Paz ofende a las víctimas de crímenes de lesa humanidad que continúan perpetrando estos grupos en zonas que siguen bajo su control. ¿Cómo explicar a los familiares de los estudiantes Margarita Gómez y Mateo Matamala que en la capital de Córdoba existe un monumento a los paramilitares?”, afirma Cepeda.
El monumento, según narra el jefe de las AUC Carlos Castaño en el libro Mi Confesión, “invita al ciudadano a convertirse en paramilitar”.
Mediante un derecho de petición, Cepeda pidió al alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda García, que sea demolido, según consta en una nota publicada en el blog del representante.
“Bajo ninguna circunstancia deben existir homenajes públicos a grupos armados causantes de tanta violencia, muerte y dolor en el país. La existencia del Monumento a la Paz ofende a las víctimas de crímenes de lesa humanidad que continúan perpetrando estos grupos en zonas que siguen bajo su control. ¿Cómo explicar a los familiares de los estudiantes Margarita Gómez y Mateo Matamala que en la capital de Córdoba existe un monumento a los paramilitares?”, afirma Cepeda.
El monumento, según narra el jefe de las AUC Carlos Castaño en el libro Mi Confesión, “invita al ciudadano a convertirse en paramilitar”.
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